Alberto Roldán Olvera, magistrado del Poder Judicial de la Federación (PJF), aseguró que conoce personalmente a una persona más que grabó presiones provenientes del círculo cercano a Arturo Zaldívar ocurridas cuando este último presidía la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Asimismo, añadió que hay de tres a cinco personas que también grabaron estos intentos de influir en sus desiciones judiciales.
“No soy el único“, subrayó.
Sobre la denuncia anónima interpuesta contra el exministro Arturo Zaldívar, Roldán Olvera aseguró que “todo es verdad”, pues él mismo vivió situaciones parecidas a las que se narran en el documento.
“No fui parte de la queja, no sé quién la hizo”, expresó y aclaró que nunca ha entablado alguna conversación con la ministra presidenta Norma Piña, por lo que rechazó que ésta lo haya influenciado para revelar los audios en los que él recibe presiones de Carlos Alpízar, secretario General de la Presidencia del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) cuando Arturo Zaldívar estaba al frente.
Expresó que él cuenta con varios audios que entregó a la Judicatura después de que se presentara la denuncia anónima.
“Se dio la coyuntura de la queja y pensé: ‘es momento de que alce la voz‘”, compartió.
Asimismo, expresó que él no es el único afectado por presiones provenientes del círculo cercano a Zaldívar. “No somos uno o dos, somos muchísimas… arriba de 60 personas”.
“No tenemos la necesidad o presiones por parte de la ministra Piña o su gente de acudir al Consejo de la Judicatura”.
Alberto Roldán Olvera tildó como “gravísimo” y un “atropello” la afectación a la independencia y autonomía de jueces y juezas que se dio durante la administración de Arturo Zaldívar.
“Estuvo en juego la independencia y autonomía judicial”, afirmó. “En la pasada administración, la de Zaldívar, había presiones en asuntos de interés”.
Así, narró que entre noviembre y diciembre del 2020 a él lo citaron por primera vez en el piso 14 del edificio central del CJF, del cual ya existían rumores de que se usaba para presionar a integrantes del Poder Judicial.
“Se escuchaba que en el piso 14 se hacían cosas indebidas, te citaban para pedirte cosas que tenías en tu juzgado, te llamaban para darte una línea”, contó.
“Antes había una sala de espera, ahí un asistente quitaba los teléfonos y los ponía en cajitas de madera”, añadió.
El magistrado contó que él fue citado en cinco ocasiones para presionarlo a emitir una resolución a modo en un amparo presentado por Frida Martínez.
El caso que originó todo fue el de un presunto fraude por 2 mil 500 millones de pesos en la Policía Federal e involucra a Jesús Orta Martínez- exsecretario general de la Policía Federal y secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México al inicio del gobierno de Claudia Sheinbaum- y Frida Martínez Zamora, ex secretaria general de la misma corporación policial y cercana al exsecretario de Gobernación y hoy senador, Miguel Ángel Osorio Chong.
“Las citas conmigo [en el piso 14] eran con el mismo tema, Frida Martínez Zamora”, afirmó el magistrado.
Roldán Olvera señaló que quienes lo presionaban le decían que era un asunto de relevancia institucional de lo cual dependían tres temas de gran interés: las reformas judiciales del 2021 impulsadas por Zaldívar, los fondos del Poder Judicial y el presupuesto.
Comentó que las presiones fuertes provenían directamente de Alpízar con el objetivo de que no difiriera la audiencia constitucional del caso y resolviera de inmediato el amparo de Frida.
Expuso que Alpízar le hablaba constantemente a su celular y que un día le contestó para comentarle que la audiencia sí se tenía que diferir, lo que ocasionó molestias en el cercano a Zaldívar.
“Me dijo: ‘¿Qué cuentas le voy a dar a mi jefe?’, refiriéndose a Arturo Zaldívar”, contó el magistrado.
“Se molestó tanto que hasta me dijo: ‘Ya me doy cuenta por que no me querías contestar, qué vas a sentir el día de mañana que se te ofrezca algo y yo no te conteste’”.
Roldán Olvera afirmó que el cambio de inscripción era una de diversas represalias que el círculo cercano a Zaldívar tomaba en contra de quienes no sucumbían ante sus presiones. Otra retaliación era la apertura de procedimientos internos.
“Nunca logré formarme una idea jurídica, no me dio tiempo, quería alargar para ver si dejaban de presionar y vino el cambio de adscripción”, afirmó.
Finalmente, compartió que el amparo a Frida se concedió y se negó una orden de aprehensión que se había solicitado por el caso. Fue lo último que supo.
Con información de: Aristegui Noticias