En México, la tasa de desempleo mantuvo su tendencia a la baja y cayó a 2.6% en mayo de 2024, lo que representa el segundo valor más bajo de la OCDE y por debajo del nivel prepandemia.
Así lo dio a conocer este martes la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en su informe “Perspectivas de Empleo de la OCDE 2024”.
Señaló que la tasa de empleo mantuvo su trayectoria ascendente y se situó en el 64.1% en el primer trimestre de 2024, lo que representa un aumento del 1.7% con respecto al cuarto trimestre de 2019.
La tasa de participación de las mujeres en la fuerza laboral aumentó del 49.3% en el cuarto trimestre de 2019 al 51.7% en el primer trimestre de 2024, pero sigue siendo significativamente más baja que en otros países de la región y que en otros países de la OCDE.
La OCDE prevé que la economía de México se expandirá un 2.2% en 2024 y luego se desacelerará al 2% en 2025. Paralelamente, se espera que la inflación alcance el 4.5% en 2024 y baje al 3.1% en 2025.
Menciona que en este contexto, el mercado laboral debería permanecer generalmente estable, con la tasa de desempleo aumentando ligeramente hasta el 3.1% en el cuarto trimestre de 2025. Se espera que el empleo crezca un 2.8% en el cuarto trimestre de 2024 (en relación con el cuarto trimestre de 2023) y un 2% en el cuarto trimestre de 2025.
En general, considera que los mercados laborales han seguido mostrando un buen comportamiento, y muchos países han alcanzado niveles de empleo históricamente altos y niveles de desempleo bajos. En mayo de 2024, la tasa de desempleo de la OCDE se situaba en el 4.9%. En la mayoría de los países, las tasas de empleo progresaron más para las mujeres que para los hombres, en comparación con el nivel anterior a la pandemia. La rigidez del mercado laboral sigue disminuyendo, pero en general sigue siendo elevada.
El país con el mayor incremento del salario mínimo real
Los salarios reales crecen con respecto al año anterior en la mayoría de los países de la OCDE, en un contexto de descenso de la inflación. Sin embargo, en muchos países siguen por debajo de su nivel de 2019, dijo la organización.
En comparación con la mayoría de los países de la OCDE, México ha mostrado una notable recuperación salarial. Los salarios reales aumentaron un 5.4% entre el cuarto trimestre de 2019 y el primer trimestre de 2024.
“Este aumento contrasta con la tendencia en otros países de América del Norte, donde los salarios reales experimentaron una disminución del 2,4% y el 0,8% en Canadá y Estados Unidos, respectivamente”, apunta el informe.
Por otra parte, el salario mínimo real fue un 12.8% más alto que en mayo de 2019 de media en los 30 países de la OCDE que tienen un salario mínimo legal a nivel nacional. La media está impulsada en parte por fuertes aumentos en algunos países, pero el incremento mediano también fue bastante significativo, del 8.3%.
El aumento de los salarios mínimos nominales en México de mayo de 2019 a mayo de 2024 estuvo entre los más altos de toda la OCDE, ubicándose en 142%. Durante el mismo período, los salarios mínimos reales aumentaron un 86.6%, lo que convierte a México en el país con el mayor incremento del salario mínimo real desde los niveles prepandémicos en toda la OCDE.
El informe atribuye el aumento constante de los salarios mínimos nominales y reales a la legislación federal que exige una revisión anual. “Esta legislación busca alinear el salario mínimo con la inflación y evitar la erosión del poder adquisitivo de los trabajadores”, apunta.
Destaca el acuerdo alcanzado en el seno de la Comisión Nacional de Salario Mínimo (Conasami), en la que se fijó un aumento del 20% del salario mínimo para 2024 (con relación a 2023).
Tasas sobre el carbono, más bajas que el promedio de la OCDE
El documento asegura que en la mayoría de los países, los grupos de bajos ingresos son los más afectados por las reformas de fijación de precios del carbono.
Los impuestos efectivos sobre el carbono han ido aumentando en toda la OCDE entre 2012 y 2021. Paralelamente, las emisiones de carbono per cápita derivadas del uso de energía disminuyeron en la mayoría de los países durante este período. Sin embargo, los impuestos sobre el carbono, los sistemas de comercio de derechos de emisión y los impuestos especiales sobre los combustibles a menudo tuvieron un impacto regresivo, lo que refleja la dependencia de los hogares de bajos ingresos a artículos de consumo con altas emisiones, como la energía y los alimentos.
Durante el periodo 2012-2021, en euros constantes de 2021, las tasas efectivas sobre el carbono aumentaron de 4 a 24 EUR por tonelada de CO2 en México. Sin embargo, dichas tasas siguen siendo sustancialmente más bajas que el promedio de la OCDE de 42 EUR y se encuentran entre las más bajas de los países de la OCDE.
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En el mismo período, las reformas de los precios del carbono aumentaron el costo de la canasta básica promedio de los hogares mexicanos en un 1.03%, principalmente debido al aumento de los impuestos especiales sobre los combustibles.
“No obstante, México se desvía del patrón de la OCDE, ya que las cargas relativas fueron mayores entre los hogares en los deciles más altos, lo que indica que los hogares de altos ingresos utilizan una mayor proporción de sus ingresos para energía que los hogares de bajos ingresos”, puntualizó.
Con información de: Aristegui Noticias