El pasado 2 de septiembre una turista mexicana de 51 años murió tras al caer de un acantilado mientras intentaba tomarse una selfie en el castillo de Tossa del Mar, España. La mujer cayó de una altura de más de 30 metros.
Las autoridades de España informaron que la Unidad de Montaña de los Mossos d’Esquadra fue la responsable de recuperar el cuerpo sin vida de la turista y trasladarlo al Instituto de Medicina Legal de Girona donde se le realizó la autopsia.
La investigación confirmó la nacionalidad mexicana de la mujer e informó que ella se encontraba junto a su esposo de visita en Vila Vella, la zona más alta y restringida del castillo y muralla de Tossa, Barcelona.
Las autoridades de España lamentaron el accidente y aprovecharon para recordar a los turistas internacionales de la necesidad de seguir y respetar las restricciones de los sitios que visitan.
A petición de la familia no se dio a conocer la identidad de la mujer que cayó del acantilado.
Un día después, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México (SER) confirmó el deceso de la turista e informó que ya se había puesto en contacto con la familia para prestarle apoyo e iniciar los protocolos de atención.
“El Consulado de México en Barcelona activó de inmediato el protocolo de atención a familiares de la víctima. Personal diplomático estableció comunicación con la persona que viajaba con la connacional para proporcionar la asistencia necesaria y apoyar las gestiones para el traslado de los restos a México, si la familia lo requiere”, detalló la SER.
La SRE lamentó la muerte de la turista y dijo trabajaría para seguir protegiendo a los connacionales en el extranjero.
Con información de: Excélsior