El caso del clan Andrade-Trevi será llevado ante la Comisión Interamericano de Derechos Humanos (CIDH) por parte de 11 niñas y jóvenes que en su momento no fueron atendidas por el Estado mexicano tras presentar denuncias contra Sergio Andrade y Gloria Trevi, anticipó la directora de la Fundación ‘Alas Abiertas” y sobreviviente del clan, Karla de la Cuesta.
En entrevista para presentar una contrarréplica a la carta enviada por los abogados de la cantante Gloria Trevi sobre la circulación del libro “Todo a la luz”, Karla de la Cuesta dio a conocer que el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI) dio marcha atrás la orden que había dado de prohibir la circulación del libro por petición de los representantes legales de Gloria Trevi.
De la Cuesta agregó que si bien la orden se mantuvo vigente algunas semanas, el libro “Todo a la luz” que expone todo el expediente judicial del caso Trevi-Andrade nunca dejó de circular y el IMPI finalmente reconoció que no tiene facultades legales para ejercer “una censura previa” en contra de un libro, ni siquiera cuando exista una petición expresa de una persona pública que haya registrado su nombre como una marca como fue el caso de Gloria Trevi.
La abogada y activista explicó que en el libro se exponen los testimonios de 11 de las 40 víctimas del clan Andrade-Trevi , los cuales revelan las condiciones de esclavitud en las que eran obligadas a vivir las niñas y adolescentes de entre 12 y 16 años que eran reclutadas por Sergio Andrade y Gloria Trevi con la promesa de convertirse en estrellas juveniles y cantantes.
Narró que las niñas y adolescentes eran torturadas físicamente, abusadas sexualmente por Sergio Andrade quién sólo estuvo en prisión por 7 años, que las víctimas del clan fueron forzadas a abortar cuando quedaron embarazadas las primeras veces y que posteriormente se les permitió tener a las bebés cuando eran niñas, con la expectativa de que que el propio Sergio Andrade pudiera abusar de ellas en un futuro.
Agregó que una de las víctimas del clan, tras ser forzada a tener un niño, fue despojada del bebé para entregarlo a un refugio de niños sin padres, derivado de que a Sergio Andrade no le interesaban los niños y jóvenes, sólo las mujeres menores de edad.
Explicó que aún cuando está consciente de que Gloria Trevi fue absuelta en el proceso penal que enfrentó en México, en el libro hace uso de su libertad de expresión para exponer las irregularidades del caso y las omisiones de las Procuradurías de Chihuahua y del entonces Distrito Federal en los juicios penales contra la cantante y el productor Sergio Andrade, quien no ha vuelto a dar la cara públicamente.
“Por eso es tan importante darle la dignidad que merece a este caso y por eso fuimos a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que se sancione al Estado mexicano por todas las omisiones que se cometieron en el caso penal”, reviró ante los señalamientos de los representantes legales de Gloria Trevi en el sentido de que fue declarada inocente y de que la sentencia está firme y es inatacable.
Recordó que hay delitos como la esclavitud que son de lesa humanidad, por lo que no prescriben, mientras que en el caso de la privación ilegal de la libertad, en algunos de los casos no ha prescrito la pena, por lo que todavía se pueden reabrir los casos y volver a juzgar a Gloria Trevi y a Sergio Andrade.
Karla de la Cuesta dijo que en la petición de la CIDH se van a exponer las irregularidades del expediente como la negativa de abrir nuevas averiguaciones previas o carpetas de investigación en contra del clan Andrade-Trevi tras 11 declaraciones ministeriales de las víctimas, a las cuales mandaron a casa sin hacer nuevas investigaciones.
Explicó que tras las primeras denuncias presentadas por los padres de las niñas y jóvenes del clan, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal se negó emitir fichas de búsqueda de las víctimas y también se negó a investigar la explotación sexuales de las menores que aparecieron en un calendario de preparatorianas en traje de baño, con el teléfono de su casa impresa y las declaraciones públicas de Sergio Andrade en el sentido de que esas niñas y adolescentes iban a prestar sus servicios en una “hot-line” telefónica.
La abogada agregó que lo más lamentable del abuso que vivieron las jovencitas y niñas hace 24 años, es que estos casos de explotaciónsiguen ocurriendo en la actualidad, reiterando que vivieron en condiciones de esclavitud.
“Nosotros no podíamos ni siquiera pararnos o sentarnos. No podíamos ir al baño, no podíamos tomar un vaso de agua, no podíamos hablar a nuestras familias, no podíamos hablar entre nosotras, no podíamos bañarnos, no teníamos champú, no teníamos pasta y no podíamos lavarnos los dientes. Todas llegamos a estar completamente destruidas”, concluyó.
Con información de: Aristegui Noticias