Este domingo, Morena celebró su VII Congreso Nacional, donde se anunció la elección de Luisa María Alcalde como la nueva presidenta del partido. Este nombramiento marca un relevo generacional significativo dentro de la estructura del movimiento político, consolidando el ascenso de figuras jóvenes al liderazgo del partido.
Alcalde, quien actualmente se desempeña como secretaria de Gobernación, sustituye a Mario Delgado, quien ganó la dirigencia en 2020 a través de una encuesta organizada por el Instituto Nacional Electoral (INE). Delgado, junto con la secretaria general Citlalli Hernández, dejará su cargo para formar parte del futuro gabinete de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum.
A diferencia de procesos anteriores, como la elección de Delgado que causó algunas divisiones internas en el partido, la designación de Alcalde fue respaldada por la mayoría de los tres mil congresistas con derecho a voto, destacando la cohesión interna y el consenso en este nuevo ciclo de liderazgo. Esta unidad refuerza el mensaje de continuidad y estabilidad dentro de Morena, especialmente en el contexto de la transición presidencial.
Otro tema clave fue la prórroga del mandato de los consejeros y congresistas actuales, quienes fueron elegidos en 2022. Este grupo extenderá su periodo hasta 2027, brindando tiempo y estabilidad a la nueva dirigencia para reorganizar el partido y, si es necesario, convocar a un nuevo Congreso Nacional en el futuro.
En cuanto a la secretaría general, Andrés Manuel López Beltrán, hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, ha sido señalado como el posible sucesor de Citlalli Hernández, aunque su aceptación aún está en el aire. Si decide asumir el cargo, reforzará el papel de la familia López Obrador en la estructura del partido.
Este relevo generacional no solo marca una nueva etapa en la vida interna de Morena, sino también en su estrategia política de cara a los próximos años, bajo la guía de Luisa María Alcalde y la futura administración de Claudia Sheinbaum. DJ
Con información de: Eje Central