Potosí Noticias/ ESPECIAL
Agobiado por el dolor y apenas pudiendo caminar, así llegó don José el 13 de agosto pasado a la sala de urgencias del Instituto Mexicano del Seguro Social, a la clínica1. Sus visitas al hospital se repitieron los días 16 y 23 del mismo mes, hasta que el dolor sólo se calmó con morfina.
Cirugías que nunca llegan, desorden administrativo y falta de insumos básicos para la atención de derechohabientes, son sólo algunos de los problemas que enfrenta el IMSS en San Luis Potosí.
Don José hizo un llamado a la delegada del IMSS, Angélica Cristina Rodríguez Nester para que ponga orden y se respeten los derechos de los pacientes.
El diagnóstico médico derivó en que solo con una cirugía aliviaría sus dolores, sin embargo, esa cirugía no ha llegado. Luego de peregrinar varias semanas entre consultas, estudios médicos -que tuvo que pagar en servicios privados- y la odisea de conseguir el pase con el médico especialista, habría valido la pena cuando por fin, le programaron la cirugía para el 30 de septiembre.
Lejos está de parecerse a Dinamarca el servicio médico del IMSS, la promesa presidencial del sexenio anterior nunca llegó, por el contrario, parece agravarse cada día más. El caso de don José, quien por temor a represalias pidió no revelar sus datos, es solo un botón de muestra.
Que la nueva delegada del IMSS, Angélica Cristina Rodríguez Nester, ponga orden
Ha cotizado al IMSS puntualmente, más de 30 años y para su sorpresa ha tenido que confirmar que no hay ni alcohol para un procedimiento básico en el área de urgencias, ni hojas de papel para imprimir su incapacidad y evitar que su padecimiento, provoque que además de la salud, también pierda su empleo.
El llamado de don José es a la recién llegada delegada del IMSS, para que ponga orden y se procure una mejor atención a los más de un millón 267 mil derechohabientes que puntualmente pagan sus contribuciones.
Don José no pide el servicio de Dinamarca, solo que respeten los tiempos y las necesidades médicas y que ya no se escuden las autoridades en el desgastado argumento de que la culpa es del proceso administrativo de cambiar todo al sistema IMSS -Bienestar, que de bienestar tiene muy poco.
Privilegios y desfalcos millonarios… pero no hay ni alcohol para las curaciones
Para nadie es un secreto que en la delegación del IMSS, nadie dio la cara para explicar en qué terminó un presunto fraude revelado en las primeras semanas del 2023. Nadie explicó ni hubo culpables del posible desfalco millonario en el almacén de la dependencia por cien millones de pesos.
El médico que habría de operar a don José, nunca llegó y luego de varias horas de estar listo para entrar al quirófano, resulta que se enteró, casi por accidente, que el doctor estaba de vacaciones y que no regresaría sino hasta después de 4 semanas; aunque casi como detective, logró enterarse de que en su consulta privada, si estaría atendiendo en menos de 7 días. Pero esos privilegios de algunos médicos, que tanto afectan a los derechohabientes, nadie los revela de manera oficial, todo es una serie de versiones extraoficiales que comparten los trabajadores para quitarse de encima a los familiares, preocupados por la cirugía pospuesta de su paciente.
La esposa de don José le ha acompañado en este camino de la burocracia, ha guardado con precaución y orden, todas las evidencias que demuestran que ellos han cumplido con lo que solicita el IMSS, pero al parecer el caos administrativo mantiene en las peores condiciones los hospitales, los quirófanos, las áreas de urgencia y por supuesto a los pacientes.
Documentos en poder de Potosí Noticias, revelan las múltiples citas que han obligado a don José a visitar las diversas clínicas y hospitales del IMSS en espera de que se atienda su cirugía, pero el privilegiado médico que debe atenderlo, después de sus 4 semanas de vacaciones, regresará tal vez algunas horas para luego gozar de otro permiso para ausentarse, ya que debe acudir a un congreso médico de su especialidad.
Mientras, nadie lo suple… ya sea porque no hay recursos o porque hay alguna especie de acuerdo para proteger esos privilegios laborales, aunque se lleven entre las patas a los pacientes, y así, miles de historias de quien no consigue una cita, un medicamento o una cirugía. Simplemente todas las autoridades, oficinas y áreas de atención, se lavan las manos y campechanamente despachan a los quejosos para que toquen en la siguiente ventanilla y así, el interminable vía crucis de las familias, que solo buscan ejercer el derecho a la salud de manera digna.