En su primer discurso tras conocerse su ventaja sobre la demócrata Kamala Harris, el republicano Donald Trump, aseguró que va a “sellar las fronteras” del país y que solo va a dejar a entrar a inmigrantes “de manera legal”.
En su mensaje, antes de confirmarse su triunfo (las proyecciones ya le dan la victoria con 277 votos electorales frente a 244 de Harris), Trump moderó su discurso sobre la inmigración y no mencionó la promesa de “deportación masiva”, que ha repetido en todos sus mítines de campaña.
“Vamos a sellar nuestras fronteras y vamos a tener que dejar a la gente que entre en el país. Queremos que la gente regrese. Tenemos que dejarlos regresar, pero lo van a tener que hacer de manera legal. Tienen que venir, pero de manera legal”, aseguró Trump frente a centenares de correligionarios en el centro de convenciones de Palm Beach, rodeado de su familia.
“Tenemos que ayudar a que nuestro país cicatrice. Tenemos un país que necesita ayuda, y la necesita urgentemente. Vamos a arreglar nuestra fronteras”, dijo Trump al comparecer con el camino hacia la victoria despejado al ganar en los estados de Pensilvania, Georgia y Carolina del Norte.
El discurso antiinmigrante de Trump durante la campaña ha sido muy beligerante, al acusar a los inmigrantes de generar criminalidad, ir al país a delinquir y robar los trabajos de los estadounidenses, al tiempo que prometió usar una ley marcial para detener masivamente a personas indocumentadas y expulsarlas.
Ayer, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, destacó en su conferencia matutina una disminución del 75 % en el número de migrantes que llegan a la frontera con Estados Unidos, en respuesta a la advertencia de Trump de imponer aranceles si México no logra frenar el flujo migratorio y el crimen organizado.
El lunes, durante un mitin de cierre de campaña, el expresidente Trump amenazó directamente a Sheinbaum con la imposición de un arancel del 25% a las exportaciones, en caso de que el país no detenga la “avalancha de criminales y drogas que entran” a Estados Unidos.
Ante estas declaraciones, Sheinbaum comentó que “a veces no se tiene la suficiente información”, dentro de los partidos Demócrata y Republicano, “del esfuerzo que ha hecho México para disminuir la migración o la presencia de migrantes en la frontera”.
Sheinbaum insistió en que con cualquiera de los dos candidatos a la Casa Blanca, México va a tener “una buena relación”.
“No estoy calificando particularmente al presidente Trump, ni mucho menos”, advirtió. “Estoy diciendo que es muy importante que en el momento en que se determine quién es el ganador o ganadora, en ese momento tiene que haber reuniones, información de alto nivel para que se conozca lo que se ha hecho en México”, señaló.
Por lo pronto, el peso mexicano se desplomó en las últimas horas a su nivel más débil en más de dos años, mientras los mercados se preparaban para una victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses, extendiendo una racha de volatilidad y debilidad para la divisa mexicana.
El peso cayó 20.80 por dólar por primera vez desde agosto de 2022, más de un 3% por debajo de su cierre anterior, la mayor caída de este tipo desde que las elecciones mexicanas del verano agitaron los activos nacionales. Mientras que las divisas de los mercados emergentes sufrían en general frente a un dólar en alza, el peso registraba algunas de las mayores pérdidas.
“El peso mexicano se ha visto muy afectado”, dijo Chris Turner, director mundial de mercados de ING. “La alta volatilidad también está socavando el ‘carry trade’ y es difícil descartar un movimiento a 22.00 en las próximas semanas”.
Con información de: Aristegui Noticias