La Fiscalía de Guerrero ha confirmado este viernes de madrugada que los 11 cadáveres hallados el miércoles en la noche, en una camioneta, en Chilpancingo, son parte de los 17 comerciantes de una misma familia desaparecidos a finales de octubre en una comunidad de Chilapa. Los rumores sobre la identidad de las víctimas se habían disparado desde el jueves, pero no ha sido hasta el viernes cuando las autoridades lo han confirmado. Esta misma semana, el Ejército, que había organizado un operativo para localizar a los comerciantes, señaló al grupo criminal Los Ardillos de la desaparición de las víctimas.
“Esta madrugada se identificó plenamente a las personas localizadas sin vida la noche del 6 de noviembre en el bulevar Vicente Guerrero, a la altura del Parador del Marqués, en el municipio de Chilpancingo”, ha informado la dependencia en un comunicado. Se trata de un tramo de la autopista México-Acapulco, a su paso por la ciudad, en la parte sur. “Con base en los resultados obtenidos, se determinó la identidad de dos mujeres, cuatro menores de edad y cinco hombres adultos, originarios de la comunidad de Chautipan, quienes eran buscados por esta Fiscalía”, señala la fiscalía.
De momento, se ignora el paradero de los otros seis desaparecidos. Desde finales de octubre, diferentes integrantes de esta familia de Chautipan, una comunidad de Chilpancingo, habían desaparecido en las inmediaciones de El Epazote, en Chilapa. Los primeros, el 21 de octubre, seis en total, parece que salieron de Chautipan a vender trastes de cocina, ocupación habitual de la familia. Pero ya no volvieron. En días siguientes salieron otros dos grupos para buscar a los primeros, hasta sumar 17. Ninguno volvió. No se ha sabido nada de ellos hasta la aparición de los cadáveres la noche del jueves.
La presidenta, Claudia Sheinbaum, se ha referido al caso este viernes en su conferencia de prensa matutina. “Hoy estuvimos tocando el tema de Guerrero, estuvo aquí el fiscal del Estado”, ha dicho. “Es distinta la problemática en las distintas regiones del Estado. Estamos desarrollando una estrategia integral, aunque ya inició desde que entramos. El martes lo podremos detallar en el informe de seguridad. Y es lamentable, tanto en Tres Palos, con la familia, como el hallazgo del día de ayer”, ha añadido.
Los detalles de la búsqueda de los comerciantes, sus identificaciones, y los señalamientos del Ejército prueban la descomposición del centro del Estado, de Guerrero en general, y de tantas otras regiones de México, sometidas a un régimen mafioso, en que grupos criminales tratan de concentrar la mayor cantidad de poder posible, mediante el control de actividades económicas, legales e ilegales. El centro de Guerrero, por ejemplo, vivió una guerra sin cuartel a principios de año, entre los mismos Ardillos y Los Tlacos, grupo criminal antaño vinculado a la producción de opio, en la sierra. Unos y otros peleaban por el control de rutas de transporte, mercados, tianguis…
En aquella ocasión, las cosas parecían arreglarse, intervención de la iglesia mediante. Las peleas cesaron y los muertos dejaron de regar las calles. Pero el equilibrio duró apenas unos meses. En las elecciones de junio, la coalición PRI-PAN-PRD arrebató la alcaldía de Chilpancingo a Morena. El nuevo alcalde, Alejandro Arcos, asumió el cargo a principios de octubre, pero apenas unos días después apareció asesinado en la capital, su cabeza en el toldo de su camioneta. Arcos moría asesinado, igual que lo hizo, días antes, su secretario de Gobierno, número dos del ayuntamiento, y antes aún, el militar que iba a encabezar la policía municipal.
Aunque las autoridades no han señalado directamente a nadie de los atentados, el Gobierno federal apunta a Los Ardillos, grupo que comanda Celso Ortega. Según varias fuentes consultadas estos últimos dos años, Ortega es un personaje de gran importancia política en la región. El presunto líder criminal ha apoyado al PRI en el centro del Estado, en estas elecciones y en las anteriores. Su hermano, Bernardo, ha sido una de las figuras más importantes del PRD en la zona. El secretario de seguridad Federal, Omar García Harfuch, señaló que, antes de morir asesinado, Arcos había acudido a una reunión sin escoltas, en un área dominada por Los Ardillos…
Con información de: El País