A la entrada de la cueva más larga del mundo, en el estado estadounidense de Kentucky, un guardia del parque nacional advierte a los visitantes sobre un hongo que está devastando las poblaciones de murciélagos.
Esta tragedia ecológica, que los científicos esperan detener pronto, es causada por un hongo microscópico responsable de una infección conocida como síndrome de la nariz blanca (SNB), el cual ha matado a millones de murciélagos desde su aparición en el este de Estados Unidos hace casi 20 años. Se considera uno de los mayores desastres ecológicos modernos para una especie animal.
Aunque aún no se ha encontrado una cura definitiva, los científicos han comenzado a aplicar diversas medidas para mitigar su impacto, especialmente ahora que el hongo se está extendiendo hacia el oeste de Estados Unidos.
“Hemos pasado de no tener idea de lo que ocurría a contar con una variedad de herramientas eficaces para diferentes lugares y situaciones”, afirma Jonathan Reichard, especialista en SNB de una agencia federal de conservación de fauna.
Entre las herramientas que se utilizan están la fumigación de murciélagos y cuevas para reducir el crecimiento del hongo, así como la aplicación de un producto químico, polietilenglicol 8 mil, en las paredes de las cuevas durante el verano, fuera de la época de hibernación de los murciélagos.
También se están probando otras soluciones prometedoras, como una vacuna contra esta infección fúngica, menciona Michelle Verant, veterinaria de la Agencia de Parques Nacionales de Estados Unidos (NPS).
Gracias a “un gran número de herramientas diferentes” aplicadas “en el lugar adecuado y en el momento adecuado”, es posible ayudar a un cierto número de murciélagos a superar la fase inicial de la enfermedad, considera Reichard.
La importancia ecológica de los murciélagos
El SNB, llamado así por las manchas blancas que causa alrededor del hocico, las orejas y las alas, afecta a los murciélagos que hibernan, ya que los despierta y obliga a gastar sus reservas de energía.
En varias cuevas estadounidenses se han encontrado murciélagos muertos junto a otros enfermos o arrastrándose por el suelo, detallan los investigadores.
El primer caso registrado de esta infección en Mammoth Cave, Kentucky, data de 2013. Desde entonces, el hongo ha proliferado en la oscuridad y el frescor de los túneles de esta cueva.
Aunque la enfermedad sólo afecta a los murciélagos, sus repercusiones van más allá de su especie. Estos mamíferos desempeñan un papel ecológico esencial al alimentarse de insectos.
Si bien aún no se comprenden todas las consecuencias del SNB, un estudio reciente en la revista Science sugiere que la disminución de las poblaciones de murciélagos en América del Norte está relacionada con el aumento en el uso de pesticidas y un incremento en la mortalidad infantil entre los humanos.
Tragedia silenciosa
Estados Unidos y Canadá albergan más de 40 especies de murciélagos; sin embargo, la enfermedad afecta principalmente a aquellos que hibernan. Los investigadores estiman que el SNB ha matado a más del 90% de los murciélagos myotis del norte, de Cuvier y los pequeños murciélagos pardos, las tres especies más impactadas.
En la inmensa cueva Mammoth, los murciélagos de Indiana también se ven afectados, según explica Rick Toomey, investigador y administrador del parque. Aun así, esta tragedia ecológica ha pasado prácticamente desapercibida para el público general.
Muchos visitantes que recorren la cueva desconocen la existencia de esta enfermedad, mientras que los científicos continúan en la búsqueda de soluciones para preservar a estos importantes mamíferos.
Con información de: UNO TV