Zaira Quevedo Torres
La Basílica Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe es un edificio católico ubicado en la Calzada de Guadalupe del centro histórico de la ciudad de San Luis Potosí.
El templo es catalogado como monumento histórico por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para su preservación.
El papa Juan Pablo II le concedió el título litúrgico de Basílica menor por breve apostólico el 27 de mayo de 1991.
La calzada fue pavimentada entre 1854 y 1855. Con las Leyes de Reforma, el ayuntamiento ya no pudo patrocinar el santuario debido a la separación de iglesia y estado; entonces se nombró una junta para ello. Durante el Segundo Imperio mexicano, entre 1861 y 1863, el ayuntamiento volvió a patrocinar el santuario, pero no duró.
Fue utilizada por parte de los franceses de 1864 a 1867 como cuartel y bodega, continuando así cuando llegaron los liberales.
En 1871, los vecinos de la ciudad le pidieron al general Mariano Escobedo que devolviera el santuario al culto religioso. Desde ahí se inició la restauración y se construyó el altar neoclásico. Fue devuelta la imagen de la Virgen que data de 1838. Fue consagrada el templo en 1903. Su fachada es de estilo barroco novohispano y neoclásico, logrando una composición única, en la entrada mixtilíneo en una portada convexa.
Las columnas son de diferentes alturas y engalanadas con fajas y festones. Sus torres de tres cuerpos con 53 metros son las más elevadas de la ciudad. El altar mayor de estilo neoclásico fue construido en 1871. La sacristía cuenta con pinturas de las catorce estaciones del vía crucis de Francisco P. Herrera.
Cada 12 de diciembre, durante la madrugada, cientos de feligreses y devotos a la Virgen de Guadalupe llegan a la basílica en caravana y algunos a rodillas, pagando alguna manda a su santa morenita.