Kristell Vargas
El parque Juan H. Sánchez, mejor conocido como Parque de Morales, luce en completo abandono y al borde de la sequía para tristeza de sus visitantes.
El jardín que alguna vez representó un auténtico pulmón para la ciudad y un punto de reunión para miles de estudiantes de los alrededores, ahora es un cúmulo de árboles secos. Pese a los intentos de reforestación de autoridades y activistas, el parque luce sin vida.
En el lugar donde una vez se encontró el lago de los patos, donde había lanchas para que los visitantes pudieran remar y convivir con estas especies, hoy está totalmente seco.
El área de juegos infantiles metálicos está bien protegida por una barda de piedra, pero cerrada al público. Mientras que algunas cabañas están en mal estado, con las mesas centrales de concreto y ladeadas con riesgo de caerse.
Durante los fines de semana es cuando todavía recibe la visita de familias, ya que entre semana solo se observa a ciclistas y a personas que acuden a ejercitarse o pasear con sus mascotas.
Este ex pulmón de la ciudad se deteriora cada día más, en medio de un conflicto entre los gobiernos municipal y estatal.
Mientras el Gobierno estatal inició la rehabilitación integral por 100 millones de pesos, este se ha visto frenado por trabas en permisos municipales; así lo ha declarado el gobernador Ricardo Gallardo Cardona, al asegurar que solo se ha logrado un 20 por ciento de avance en la obra, a poco más de 6 meses que arrancara el proyecto en mayo de este año.
El proyecto ejecutivo incluye la renovación integral de sus 179 mil 740 metros cuadrados, el rescate de la calzada principal, gimnasio al aire libre, reja perimetral, lago de patos, canchas, sanitarios, área de juegos infantiles cerrado durante muchos años por la herencia maldita, zona de mascotas “Pet Park”, iluminación escénica para un ambiente de paz y tranquilidad, entre otros.
Cabe mencionar que los trabajos de intervención en el Parque de Morales se realizan en el marco del primer centenario de existencia de dicho pulmón, luego de que en 1924, en un predio abandonado se construyera el área recreativa que forma parte de la historia de San Luis Potosí.