Entre las pruebas que realizan los jóvenes reclutas del crimen organizado se encuentra la de comer carne humana, de acuerdo con Reforma, quien entrevistó a un joven que se sumó a las filas estas organizaciones como parte de una oferta de trabajo. El hermano de esta persona asegura que ya no es el mismo, “sus pensamientos son distintos”.
De acuerdo con lo relatado por esta persona, los nuevos reclutas son encerrados en un cuarto y donde sólo les dan bolsas con agua dos veces al día a lo largo de una semana. Esto hace que muchos de ellos fallezcan por la falta de alimento; mientras que los demás son ‘felicitados’ a causa de la fortaleza que muestran.
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La siguiente de las pruebas es comer carne humana de las personas fallecidas… y no sólo eso, ya que los obligan a comer al lado de cadáveres, ponerles y quitarles la ropa, de acuerdo con las experiencias que narró el joven, llamado Andrés. En caso de que pasen las pruebas, sigue una etapa de selección donde los ponen a enfrentarse en gotcha.
Todos aquellos que muestran pericia con las armas, reciben un trato y entrenamiento especial; en tanto que el resto de las personas son enviadas a los varios frentes que tienen los cárteles con organizaciones rivales, como es el caso de la frontera de los estados de Jalisco y Zacatecas; otros son enviados a vigilar (‘halcones’).
Las personas que se integran a un cártel, según el relato de esta persona, son obligados a seguir reglas como no pelearse entre compañeros. En caso de que las cumplan, reciben ‘privilegios’ como el de comunicarse con sus respectivas familias o recibir atención médica en caso de ser necesario.
El canibalismo en el crimen organizado
Claudio Lomnitz, profesor de Antropología e Historia de la Universidad de Columbia, reveló que el canibalismo está presente en algunos cárteles del crimen organizado en México, esto en una entrevista para la CNN y como parte de la presentación de su libro ‘Para una teología política del crimen organizado’.
De acuerdo con Lomnitz, el canibalismo es una transgresión a la moral de las personas y la prohibición en contra del sacrificio humano. Dijo que se trata de un fenómeno minoritario y tampoco es una práctica extendida dentro del crimen organizado, siendo el primer registro existente el de los llamados narcosatánicos.
Aunado a esto, los cárteles del crimen organizado también han creado sus propias creencias, que van desde la santería hasta santos que son reconocidos por la Iglesia Católica como es el caso de San Judas Tadeo; entre éstos también destaca Jesús Malverde y Nazario Moreno.
Con información de: Radio Fórmula