Ignacio Gómez Martínez, vocero de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi) en San Luis Potosí, informó que el déficit habitacional en la región se estima en alrededor de 50,000 viviendas, afectando a un número significativo de familias que no pueden acceder a una vivienda adecuada.
Este problema se agrava debido a que los costos de las viviendas disponibles superan con creces la capacidad de endeudamiento de los trabajadores, quienes, en su mayoría, no pueden acceder a créditos superiores a 500,000 pesos, mientras que las viviendas con características mínimas requeridas superan los 750,000 pesos.
En una reciente entrevista, Ignacio Gómez Martínez declaró que el gobierno federal ha implementado programas para reducir este rezago, ofreciendo subsidios, disminuyendo impuestos y gestionando acuerdos con gobiernos estatales y el sector privado. Estas acciones buscan facilitar el acceso a terrenos e infraestructura, además de plantear alternativas como viviendas en renta para la población más vulnerable. Sin embargo, los desafíos persisten, ya que el alto costo de la tierra y la infraestructura continúa encareciendo los desarrollos habitacionales.
El problema no solo tiene implicaciones económicas, sino también sociales. Ignacio Gómez Martínez destacó que el hacinamiento, agravado por la falta de viviendas asequibles, incrementa riesgos como los observados durante la pandemia de COVID-19, donde las condiciones precarias de vivienda propiciaron altos niveles de contagio. La necesidad de una solución integral sigue siendo una prioridad para garantizar condiciones de vida dignas y frenar problemas derivados de la pobreza habitacional.