Según expertos de la Universidad Edge Hill, varios elementos tradicionales de la Navidad no están presentes en la Biblia. Aunque la tradición cristiana afirma que Jesús nació el 25 de diciembre en un pesebre en Belén, acompañado de animales como un burrito y una mula, estos detalles no se mencionan en los textos sagrados.
Tampoco se habla de los tres Reyes Magos, ni de la famosa “noche tranquila” de Navidad, ya que se sabe que Belén estaba animada debido a un censo que obligaba a las personas a registrarse en su ciudad natal. Los villancicos y himnos populares, como “noche de paz”, describen una atmósfera de calma que no coincide con el contexto histórico de la época.
Otro elemento comúnmente asociado con la historia de Navidad es el mesonero que rechaza a María y José, diciendo “no hay lugar en la posada”, pero este personaje no aparece en la Biblia, ni tampoco se menciona el establo. La narración bíblica, aunque describe el nacimiento de Jesús, no entra en detalles sobre el entorno exacto en el que tuvo lugar.
Además, la tradición ha añadido muchos elementos que, aunque no están documentados en los evangelios, se han integrado a lo largo de los siglos como parte de las celebraciones navideñas. Esto refleja cómo las tradiciones populares han ido transformando el relato original, fusionando elementos religiosos, culturales y sociales que contribuyen a dar forma a la Navidad tal como la conocemos hoy, manteniendo su espíritu festivo, pero alejándose de los relatos bíblicos.