El pasado 12 de diciembre, durante un convivio escolar en la Secundaria Técnica 52 de La Paz, Estado de México, un trágico incidente dejó sin vida a Diego, un estudiante de 15 años.
Según testimonios de compañeros, durante la celebración, varios alumnos reportaron que la espuma utilizada en el evento “daba toques”, pero los docentes ignoraron estas advertencias. Poco después, varios menores se desmayaron y Diego comenzó a convulsionar.
Los maestros y directivos tardaron en atenderlo y lo sacaron del plantel sin informar a sus padres. Horas más tarde, Diego fue declarado muerto.
Noemí Gómez, madre de Diego, relató que al recibir la noticia del incidente y llegar a la escuela, encontró a su hijo inconsciente y en ropa interior. Las versiones sobre lo ocurrido fueron confusas; mientras algunos aseguraban que Diego se había caído, otros afirmaban que había sufrido una electrocución. La madre solicitó una autopsia que determinó que la causa de muerte fue un traumatismo.
Los familiares de Diego han denunciado que los directivos tardaron más de 45 minutos en llamar a los servicios de emergencia, un tiempo crucial para salvar la vida del menor. Además, se impidió que su hermano y primos, quienes también estudian en el mismo plantel, se acercaran para alertar a la familia sobre lo sucedido.
Este martes padres y familiares de Diego se congregaron frente a la secundaria para exigir justicia. Durante su visita al plantel, fueron encerrados por aproximadamente dos horas cuando los docentes abandonaron el lugar y cerraron las puertas con llave.
El padre del menor, que se identificó como César Iván Ramos, hizo cuatro transmisiones en vivo vía Facebook para exponer que los tenían encerrados al interior de la escuela y no había llave para salir.
“No se nos negó el acceso, pero nos encerraron”, afirmó.
Los familiares intentaron dialogar con la subdirectora Silvia Aguilar, pero pronto se les informó que no había ninguna autoridad presente.
Los padres demandan respuestas sobre las cámaras de videovigilancia instaladas en la escuela, las cuales no han sido entregadas a la familia desde el incidente.
A pesar de las protestas y llamados a la justicia, las autoridades educativas no han emitido ningún comunicado sobre lo sucedido ni han proporcionado información clara sobre las circunstancias de la muerte de Diego.