Un grupo internacional de investigadores, que incluye a un experto de la Universidad de Michigan, ha identificado un innovador mecanismo que explica cómo se forman los depósitos de oro en la Tierra. Este hallazgo podría cambiar drásticamente la forma en que se realiza la exploración minera.
Aunque el oro es un metal más común de lo que se piensa, la mayor parte se encuentra atrapada a profundidades inalcanzables. En la superficie, este preciado metal se localiza en rocas volcánicas o magmáticas, pero el proceso que permite su movimiento hacia estas capas había sido un misterio hasta ahora.
La clave del descubrimiento radica en un tipo especial de azufre que, bajo condiciones de presión y temperatura específicas, facilita el transporte del oro desde el manto hasta las capas más superficiales de la corteza terrestre.
Estas condiciones se producen a profundidades que oscilan entre los 50 y 80 kilómetros, generalmente bajo volcanes activos.
El oro, que en su estado puro es químicamente inerte en el manto terrestre, forma un complejo químico conocido como trisulfuro de oro al interactuar con fluidos ricos en azufre. Este compuesto es altamente móvil en el magma, permitiendo que el metal precioso ascienda hacia la superficie.
Además de su relevancia científica, este descubrimiento tiene implicaciones prácticas en la minería y exploración de recursos:
“Comprender qué factores hacen que ciertas zonas de subducción sean más ricas en oro nos permite mejorar nuestras estrategias de exploración y localización de depósitos”, señaló Adam Simon, profesor de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Michigan y coautor del estudio.
Finalmente, este avance no solo proporciona una base sólida para futuras investigaciones, sino que también abre nuevas posibilidades en la búsqueda de oro, un recurso clave para diversas industrias a nivel global.
Con información de: ADN