Federico Anaya Gallardo
Die Kaiserin (La emperatriz) de Netflix es la más luminosa de las versiones modernas de Sissi, lectora. Tiene dos temporadas (2022 & 2024) y es posible que haya una tercera en 2025. Y es luminosa pese a la tortura de un chico homosexual a manos de un cardenal-arzobispo y la represión de patriotas italianos en el reino lombardo-veneciano dominado por los Habsburgos. Muy lejos de la zarzuela kitsch de Ernst Marischka entre 1955 y 1957. Pero, pese a toda su complejidad, sigue el patrón marcado por ése director austro-húngaro convertido al nazismo y luego perdonado por la Guerra Fría. Una Sissi “rebelde” que trata heroicamente de modernizar la agonizante monarquía austriaca y construir una bella familia nuclear con su amado Francisco José. Los directores, Gebbe & Micoud Cossen, estaban obligados a atrapar a las audiencias globales y éstas siguen enamoradas –como en los tiempos de la Guerra Fría– de los suntuosos vestidos de la Era Victoriana y los marciales uniformes. Tanto The Crown (Netflix, 2016-2021), como los fastos de muerte (2022) y coronación (2023) en el trono británico, aseguraron la adicción de las masas por Películas de Corte. Y como bien dijeron de la versión de Marischka los críticos Lowry y Korte en su Der Filmstar (2000), “los representantes de la juventud, Sissi y Francisco José, imponen [en la pantalla] una nueva forma de vida y nuevos modales, pero sin rebelión, más bien como ‘redención’ del pasado” (p.117). Para muestra, la primera foto de esta kino-reseña. Recuerda, lectora: sin rebelión.
La segunda versión para streaming de Sissi fue creada para RTL+ (una cadena alemana-húngara) entre 2021 y 2024. En el original se llama simplemente Sisi. (Así, con una sola “s”: el apodo de la emperatriz se puede escribir de ambas formas… y probablemente en la vida real haya sido Lisi, hipocorístico del alemán Elisabeth.) En Inglés se le ha agregado al título una explicación: Sisi: Austrian Empress. Esta serie de RTL+ consta de cuatro temporadas. El alemán Sven Bohse (n.1977) dirigió la primera y cuarta temporadas (un total de 17 episodios). El portugués Miguel Alexandre (n.1968) dirigió los seis episodios de la segunda temporada (2022) y el germano-rumano Andy Fetscher (n.1980) los seis de la tercera (2023).
La versión de RTL+ no ha tenido tanta difusión en México como la versión de Netflix, aunque hace algunos meses se transmitieron ambas series al mismo tiempo. (La de RTL+ en AmazonPrime.) Yo ví las dos series simultáneamente. En principio, la imaginería visual es la misma. Sólo después descubre uno variaciones en tono y argumento. Mi gran duda era por qué los europeos habían regresado con tanto afán a la emperatriz Elisabeth Wittelsbach. En parte era la monarco-manía creada por la muerte inminente de Isabel II Windsor, la coronación de su sucesor y el enésimo capítulo de la novela de corazón de los royals británicos. (Recuerda, lectora, que incluso tuvimos una película de romance gay en ese momento: Red, White and Royal Blue, dirigida por el panameño-americano Matthew López en 2023; y que hábilmente se tradujo al Castellano como Rojo, blanco y sangre azul.)
Pero que Netflix haya reiterado su apuesta monárquica con una segunda temporada de su Die Kaiserin para este año (2024) nos indica que la marea cultural monarquista es más profunda. (Otra seña es el necio afán de la élite criolla mexicana de andarle buscando a alguno de los hermanos López Beltrán un rol de heir aparent. Y menciono este detalle porque las mareas culturales nos afectan a todos, a Izquierdas y a Derechas.)
Acabo de revisar en AmazonPrime y este servicio de streaming me dice que las temporadas 1 y 2 de la serie de RTL+ no están disponibles hoy en día en México. Una búsqueda en YouTube me llevó a la página de RTL+ (@RTLPlus). Allí puedes ver el capítulo 1 de la primera temporada (2021) en la Liga 1. Con esta guía podrás ver también resúmenes y cortos de las cuatro temporadas –conociendo los detalles de la trama completa. (Está en Alemán pero el traductor-tuerquita de YouTube nos provee con una mínima traducción.)
En esta versión Elisabeth Wittelsbach es interpretada por la suiza Dominique Devenport (n.1996) y Francisco José I Habsburgo por el alemán Jannik Schümann (n.1992). De nuevo, los directores Bohse, Alexandre & Fetscher no pueden salvarse de la imaginería de vestidos de gala y uniformes cargados de medallas. El kitsch está todo el tiempo a la vuelta de la escena. Mira el segundo fotograma que agrego a esta kino-reseña.
Con todo, la serie Sisi de RTL+ es más oscura que la de Netflix. Nomás en el primer capítulo vemos a Francisco José/Schümann entrar a la población de Arad. Los austriacos (con ayuda rusa) acaban de aplastar a los rebeldes húngaros de Lajos Kossuth (1802-1894) quien murió en el exilio. En la Historia real, en Arad se proclamó la independencia húngara en 1848 –durante el ciclo revolucionario que hoy recordamos como La Primavera de las Naciones. Y en ese lugar la monarquía católica de los Habsburgo ejecutó a 13 patriotas magiares en 1849. El fusilamiento se concibió como un símbolo. Francisco José escogió a propósito el primer aniversario de una insurrección en Viena –en medio de la cual él fue elevado al trono cuando apenas tenía 18 años.
Por cierto de la Revolución de 1848 en Viena, lectora, te cuento lo que sigue: el emperador austriaco era el tío de Francisco José, llamado Fernando I de Austria y V de Hungría. Reinaba desde 1835, pero padecía de epilepsia aguda y era débil mental. La condición del monarca fue mantenida en secreto por un consejo de regencia, presidido por el príncipe Metternich (1773-1859), uno de los vencedores del gran Bonaparte y quien controlaba el gobierno imperial desde 1815 como Reichskanzler (canciller imperial). De acuerdo a la Wikipedia castellana, cuando los sublevados vieneses se acercaron al palacio, el emperador preguntó a Metternich qué ocurría. El canciller le respondió que era una Revolución. El ingenuo Fernando remató la escena diciendo: “—Pero, ¿tienen permiso de hacer eso?”
Más sobre Metternich. Este señor es el héroe de un libro clásico de la Historia política conservadora: A World Restored: Castlereagh, Metternich and the Problems of Peace (1812-22) escrito en 1957-1964 por el reaccionario Henry Kissinger. (La versión castellana en el №122 de la Colección Popular del FCE la puedes descargar desde Scribd en la Liga 2.) La versión del Fondo trae como subtítulo La política del conservadurismo en una época revolucionaria. Muy pertinente. Kissinger escribía sobre Metternich en 1957, justo cuando la trilogía de Sissi de Marischka triunfaba en el Occidente de la segunda posguerra. No hay coincidencias. Las Derechas llevan luchando contra la Revolución desde 1789 y lo hacen en todos los frentes: Academia, fábricas, filmes, milpas.
Volvamos a la Revolución de 1848. Los insurrectos vieneses no tenían permiso para hacer una Revolución, pero de todas maneras lo intentaron. No triunfaron. Pero lograron la renuncia de Metternich y la substitución de Fernando por su joven sobrino Francisco José. ¿Era este último un genio político? No. De hecho, en casi todas las versiones fílmicas lo vemos lidiando con su cargo en contra de su voluntad. En Die Kaiserin de Netflix, por ejemplo, el emperador le reclama a su madre que le hubiese obligado a vestir de uniforme desde los seis años antes de irse a combatir, desesperado, a los revolucionarios italianos.
En cambio, en la serie Sisi de RTL+ el joven káiser disfruta el poder, especialmente cuando ejecuta a los oficiales húngaros de Arad. Le vemos impasible oír la maldición que una mujer húngara le gritó en magiar en la plaza del ahorcamiento. Parece que no entiende, pero Francisco José sabía el idioma de los rebeldes. Ya dentro de su cuartel, le explica a su jefe de estado mayor que la mujer le había condenado a que las personas que él amara le causarían terrible dolor. Hecha la traducción, el emperador se burla y redacta, satisfecho, un comunicado al presidente de la segunda República Francesa, nacida de la Revolución de 1848 (un tal Luis Napoleón). En Austria, el mundo restaurado de Kissinger seguía vivo. De hecho, Metternich sobrevivió once años luego de su caída y dejó escrito lo que sigue: “Quisiera gritarles a los representantes de la agitación social: «Ciudadanos de un mundo que sólo existe en vuestros sueños, nada ha cambiado. El 14 de Marzo [día de su renuncia] no sucedió nada más que la eliminación de un solo hombre»”. (En Kissinger, FCE, p.254.)
La maquinaria del mundo restaurado de Metternich era un sistema complejo. Los burócratas formados bajo el viejo canciller aprendieron a lidiar con los revolucionarios –a dividirlos, a espiarlos, a reprimirlos de mil modos. Y a engatusarlos culturalmente. De eso se trataba la elevación al trono del adolescente Francisco José y de eso se trataba la prensa rosa que siempre acompañó a su matrimonio con la romántica Sissi. La emperatriz que lograba con su “encanto” la reconciliación con los nobles húngaros era la linda fachada de una miserable burocracia germano-hablante que pactó con sus igualmente miserables pares magiares el reparto los altos cargos de su Estado multinacional –oprimiendo al resto de las etnias. (Atención: de allí viene el alineamiento de las élites de Hungría con reaccionarios y fascistas desde entonces. Budapest fue el más fiel aliado del Reich hitleriano.)
Todo lo anterior está a flor de piel en la serie Sisi de RTL+. Por eso esta versión no explora las figuras de Maximiliano y Carlota –cuyos irresponsables devaneos liberales sólo mostrarían la hipocresía del ultra-conservador régimen austro-húngaro que los produjo como dinastas. (Caigo en cuenta que los conservadores mexicanos acaso le hayan atinado, precisamente por esto, al escoger a esa parejita para su aventura romántica en México. Alguien dijo que la hipocresía es la característica de los conservadores, ¿no?)
Por cierto, el servicio de streaming de RTL+ nació en 2021 de la fusión de TVNOW (Austria, Alemania y Suiza) con RTLMost en Hungría… la Hungría de Víctor Orbán. ¿Más coincidencias? No. Parecería que el mensaje de las cuatro temporadas de Sisi RTL+ es que la monarquía conservadora debe estar al centro de la organización política y social. Que el espíritu de la época (zeitgest en Alemán) debe ser el progreso sin rebelión, una modernidad linda que redima el pasado. Una juventud que se oponga a las utopías revolucionarias y se distraiga con los dramones familiares de los poderosos. Lo importante de la tercera y cuarta temporada de la versión RTL+ es quién –Sissi ó Franz– deben educar a su único hijo varón, el delicado Rodolfo. Los cortos de publicidad de RTL+ en su canal de YouTube nos muestran a los protagonistas centrales (Devenport y Schümann) retozando como adolescentes en los sets y haciendo bromas superficiales. Sisi & Franz son como nosotros; no preguntemos por qué ellos controlan el mundo; simplemente admirémoslos.
Por cierto: pese a que llevan fuera del trono 105 años, los Habsburgos siguen siendo enterrados con el ceremonial tradicional en la capilla de los capuchinos en Viena. Allí están los huesos de todos los miembros de la familia imperial austriaca desde 1633. El lugar se llama Kapuzinergruft (Cripta de los Capuchinos) ó Kaisergruft (Cripta Imperial). En la Liga 3 puedes ver el entierro de Otón Habsburgo allí, en 2011… adonde se sigue proclamando a esa familia como soberana de un imperio desaparecido hace más de un siglo.
La semana que viene, lectora, te contaré de la última versión fílmica de Sissi. Se trata de una película de 2022, dirigida por la austriaca Marie Kreutzer (n.1977). Contrario a Marischka, Netflix y RTL+, esta directora no nos habla de la joven Sissi –sino de una emperatriz ya mayor, un cuarto de siglo después de las aventuras que te he comentado en estas kino-reseñas sissinianas. Te adelanto un retrato de la pareja imperial en esta última versión. El tiempo pasa… y no es lo mismo Los Tres Mosqueteros que Veinte Años Después… decía mi abuela Angelina.
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