El año 2024 fue inolvidable para las y los amantes de la astronomía y para aquellos a quienes les gusta maravillarse con los espectáculos del cosmos, pues fue posible observar desde eclipses solares, lluvias de estrellas y hasta cometas que no volverán a la tierra en miles de años.
Eclipse solar
El pasado 8 de abril ocurrió el tan esperado eclipse total de Sol, el cual fue visible en su fase total en algunas partes de México, Estados Unidos y Canadá.
Este fenómeno astronómico -en donde la Luna se interpone entre la Tierra y el Sol, creó una obstrucción completa e impidió el pase de la luz por 2 horas y 41 minutos.
Los estados que pudieron verlo en su totalidad fueron Coahuila, Durango, Nayarit y Sinaloa.
Para poder apreciar nuevamente un eclipse solar total, la población mexicana tendrá que esperar bastante tiempo, pues se prevé que este evento se presente dentro de 28 años, el 30 de marzo del año 2052.
Los eclipses de Sol, a pesar de que resultan espectaculares y que pareciera que ocurren cada mucho tiempo, en realidad lo hacen con relativa frecuencia (alrededor de 5 eclipses solares suceden cada año), aunque no siempre en sitios donde se concentra una gran cantidad de personas -como son las grandes ciudades- donde puedan ser observados y admirados.
Lluvia de estrellas Líridas
La lluvia de estrellas Líridas comenzó el 16 de abril y terminó el día 25 del mismo mes, según el Instituto Nacional de Astrofísica Óptica y Electrónica (INAOE).
El mejor día para ver este fenómeno fue el 22 de diciembre, pues tuvo una tasa máxima observable de hasta 18 meteoros por hora.
El instituto del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conacyt) especificó que el radiante se encontró en dirección de la constelación de Hércules, con coordenadas AR=18h00m, DEC=34º00 y el cometa Thatcher 1861 I, es quien origina esta lluvia.
Lluvia de estrellas Eta Acuáridas
Por su parte, la lluvia de estrellas Eta Acuáridas iluminó los cielos nocturnos de abril y durante casi todo el mes de mayo.
La actividad tuvo lugar entre el 19 de abril al 28 de mayo, con un máximo el 6 de mayo, pues la tasa máxima observable fue de 40 meteoros por hora, con el radiante en dirección de la constelación de Acuario, según datos del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica.
El origen de estas estrellas fugaces estuvo vinculado al cometa Halley. Cada primavera, la Tierra atraviesa los restos de partículas de polvo y escombros dejados por el paso del cometa, lo que da lugar a este espectáculo en el cielo.
Lluvia de meteoros Delta Acuáridas
Otra lluvia de meteoros tuvo lugar durante el mes de julio, la Delta Acuáridas.
Según el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), esta lluvia de estrellas comenzó su actividad el 12 de julio y se mantuvo así hasta el 23 de agosto, por lo que fueron aproximadamente 43 días en los que las y los interesados pudieron apreciar este fenómeno.
El mejor día para observarlo fue el 30 de julio, pues tuvo una tasa máxima observable será de 25 meteoros por hora y el radiante se encontró en dirección de la constelación de Acuario, con coordenadas AR=22h40m, DEC= ̶ 16º00.
Explicó que el objeto que dio origen a esa lluvia de meteoros fue el cometa 96P/Machholz.
El ‘Cometa del Siglo’
El ‘Cometa del Siglo’ fue uno de los fenómenos astronómicos que más expectativas generó en el mundo, ya que no volverá a estar en nuestra atmósfera hasta dentro de 26 mil años.
Este cometa, conocido científicamente como C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS) y el cual está compuesto por hielo y polvo, no se verá de nuevo en nuestra atmósfera hasta dentro de 26 mil años y se estima que su última visita al sistema solar interior ocurrió hace unos 80 mil años, en tiempos en que los neandertales habitaban la Tierra.
Desde el 12 de octubre, el cometa fue visible a simple vista en el hemisferio norte, en países como México, mostrando una cola luminosa que se extendió a lo largo del firmamento y conforme pasaron los días el fenómeno comenzó a alejarse hasta desaparecer.
Descubierto en enero de 2023 por los telescopios del Observatorio Tsuchinshan en China y confirmado por el proyecto ATLAS en Sudáfrica, el cometa Tsuchinshan-ATLAS ha sido apodado como el ‘cometa del siglo’ debido a su excepcional brillo y a la rareza de su trayectoria.
La cola del cometa del siglo alcanza una longitud equivalente al diámetro de 42 lunas llenas, un espectáculo que pocos fenómenos astronómicos pueden igualar.
Con información de: Aristegui Noticias