Tras 25 años de haberse consumado el homicidio de un pequeñito de apenas cuatro años de edad, cuyo cuerpo sin vida fue localizado en una caja de cartón arrojada en un contenedor de basura, los agentes ministeriales de Aguascalientes finalmente lograron la captura del presunto responsable, así como de la madre del menor.
Ellos fueron identificados como Francisco Javier y Liliana Lucero, mismos que desde el año de 1999 huyeron y se mantuvieron escondidos para evitar ser detenidos por la autoridad ministerial de Aguascalientes.
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La historia se escribió durante el amanecer del pasado 12 de noviembre de 1999, cuando un taxista le prestó el servicio a un hombre que llevaba consigo una caja de cartón, en las inmediaciones de la Central Camionera. Dicho sujeto le pidió que lo llevara a la calle 28 de agosto, en el Barrio de la Estación, municipio de Aguascalientes. El trabajador del volante acató la indicación y condujo hacia la ubicación solicitada.
Tiempo después, un pepenador, que se encontraba en uno de los contenedores de basura, encontró la caja antes mencionada y la tomó entre sus manos porque pensó que le podría servir. Sin embargo, algo que le llamó bastante la atención fue el peso de la caja, pero al abrirla se llevó la tremenda sorpresa de encontrar el cuerpo sin vida de un pequeñito de apenas cuatro años de edad.
Las condiciones en las que fue localizado no fueron las mejores, pues presentaba visibles huellas de tortura. El pepenador se encargó de dar parte a las autoridades. Fue así que al sitio del hallazgo se trasladaron los elementos de Seguridad Pública, así como de la entonces Procuraduría de Justicia del estado de Aguascalientes.
A partir de ese momento los agentes ministeriales comenzaron con el proceso de investigación, motivo por el que mandaron citar al taxista, quien les explicó que solo le había brindado el traslado a un sujeto que llevaba la caja de cartón. Además, les proporcionó las características físicas del hombre.
Posteriormente, las autoridades dieron con el paradero de los abuelos del menor y es en ese instante cuando logran saber cuál era su identidad, la edad, quien era la madre y que el presunto responsable de las agresiones había sido el padrastro.
Recientemente el grupo de homicidios tradicionales, de la Fiscalía General del estado de Aguascalientes se dieron a la tarea de retomar el caso e incluso volvieron a buscar a los testigos para conocer si sabían alguna actualización.
Fue así que lograron conocer que tanto el padrastro como la madre del niño de cuatro años se encontraban viviendo en Chetumal, Quintana Roo, por lo que solicitaron una orden de aprehensión y lograron cumplimentarla.
Con información de: El Sol de México