Para cambiar la lógica en la estrategia de desarme en México, el Gobierno federal inicia con un programa para que la población cambie las armas por dinero.
El plan comienza hoy en la basílica de Guadalupe en la Ciudad de México y tendrá la asistencia de la Presidenta Claudia Sheinbaum. Se llama “Sí al desarme, sí a la paz”. Y se anunció que no habrá represalias contra quienes lleven a canjear un arma, incluso si es de uso exclusivo del Ejército.
Dependiendo el tipo y si ésta es funcional, las bonificaciones irán hasta los 26 mil pesos. El acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación detalla que la meta es “prevenir y disminuir las lesiones, muertes accidentales, homicidios, feminicidios… y cualquier otro delito o expresión de violencia en general, como producto de la manipulación o uso de armas de fuego”.
Quienes asistan a los módulos ni siquiera deberán identificarse. Únicamente se les recibirá el artefacto y, con base en el tabulador, les entregarán el efectivo. “Toda persona interesada en el canje podrá participar de manera libre, anónima, respetuosa y sin consecuencias jurídicas. Se protegerá su identidad y datos recabados”.
Francisco Jiménez Reynoso, quien es académico de la Universidad de Guadalajara, sostiene que “toda despistolización puede llegar a ser buena. Sí se pueden evitar accidentes en casa entre niños… evitar su circulación en los hogares”.
Arturo Villarreal Palos, profesor del Departamento de Derecho Público de la UdeG, respalda esa postura y considera que “todo esfuerzo que se haga por mantener la paz es correcto”, aunque deja en claro que los resultados de una estrategia así no pueden ocurrir en lo inmediato.
Lo anterior, porque en México circulan muchas armas de fuego de alto calibre que no serán transportadas en las calles para entregarlas en un punto de canje.
Otras administraciones han implementado estrategias similares para reducir la violencia en el país. En el sexenio pasado, la Secretaría de la Defensa Nacional aseguró más de 22 mil 300 armas entre diciembre de 2018 y julio pasado, una cifra mínima si se considera que en el país circulan alrededor de 17 millones, según el académico del Observatorio de Seguridad y Justicia de la UdeG, Alfonso Partida Caballero.
No obstante, la estrategia cuenta ahora con el apoyo del Arzobispado. Por esa razón es que su inicio será en la basílica de Guadalupe de la Ciudad de México y luego se darán las siguientes sedes.
En el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, 7 de cada 10 asesinatos fueron cometidos por armas de fuego.
¿Cuánto dan por las armas?
Con información de: El Informador