Mariana Hermosillo
La cuesta de enero 2025 ha golpeado a trabajadores de diversos sectores en San Luis Potosí. Manuel Carranza, conductor de Uber, asegura que el flujo de pasajeros disminuyó desde finales de diciembre. “La gente se quedó sin dinero. Tengo un colchón pequeño, pero no es suficiente. Espero que mejore cuando regresen las escuelas”, comentó.
Por su parte, “El Rocha”, un bolero con años de experiencia en el centro histórico, señala que hasta ahora el trabajo se mantiene. “Diciembre estuvo muy movido y, aunque temía lo peor, enero no ha sido tan malo. Soy muy previsor, siempre guardo algo porque no contamos con prestaciones”, explicó.
Las declaraciones coinciden con datos del INEGI, que reporta incrementos en productos básicos. La gasolina magna subió 28 centavos por litro y las bebidas azucaradas 1.6451 pesos por litro. Además, el precio del tabaco aumentó más de 12 pesos por cajetilla. Estos ajustes representan un reto adicional para quienes viven al día.
“El Rocha” hace un llamado a la población a ser previsora. “Darse gustos está bien, pero hay que guardar para lo inesperado. Una consulta o medicamento puede salir muy caro”, advirtió, refiriéndose a los riesgos de no planificar en tiempos de dificultad económica.
Mientras tanto, trabajadores como Carranza esperan que la actividad económica repunte con el regreso a la normalidad en escuelas y oficinas. La cuesta de enero pone a prueba la capacidad de adaptación y ahorro de los potosinos, quienes enfrentan el panorama con esfuerzo y determinación.