La burbuja color de rosa de los gobernantes
Esta semana que termina pareció reflejar el mundo paralelo en el que la clase política parece vivir en San Luis Potosí. Mientras los gobernantes buscan el reflector, la realidad se impone. Los políticos no dejan de aprovechar cualquier espacio para figurar públicamente en un mundo perfecto, solidario, “bonito”.
Ocupados en “ganar” simpatías de cualquier índole, afuera de su burbuja la realidad es otra: robos, inseguridad, desapariciones, desigualdades y falta de oportunidades.
Apenas comenzó la semana, el caos informativo en torno al caso de la artista plástica Daniela Martell generó no sólo confusión y decepción, sino que agudizó la falta de credibilidad en el trabajo de las autoridades responsables de procurar justicia.
Alguien hizo muy mal su trabajo, porque la versión que informó Milenio en televisión nacional, daba una falsa esperanza de encontrar con vida a Daniela y hasta que llegó la noche, la Fiscalía salió a desmentir con un comunicado.
La genial idea del chequezote
Luego, el poco tacto o la realidad distorsionada de la clase gobernante, decidieron que era una idea genial, entregar un cheque a un rico empresario, pasando por encima de la dignidad y derechos de miles de ciudadanos que a diario pierden su patrimonio por la incapacidad del Estado Mexicano de garantizar condiciones tan básicas como salud, educación o seguridad.
No es que se critique el apoyo para quien ha sido víctima de la inseguridad, pero ¿de qué privilegios goza esa persona? para que se le beneficie de una manera discrecional, cuando se supone que existe un marco legal, normatividad y procedimientos para entregar apoyos públicos. Seguramente los miles de contribuyentes que con sus impuestos pagan esos “donativos” no estarán nada contentos con esas decisiones mediáticas y desiguales, por decir, lo menos. Pero, además, como si no bastara para la indignación social, al día siguiente en lugar de corregir la decisión, se le otorga un crédito millonario a través del SIFIDE. El mundo al revés…
¿Y la polisía?
El robo a la caja recaudadora evidenció que la realidad no se puede tapar con un dedo. No fue una buena estrategia cuidar la seguridad de una caja recaudadora con un solo guardia y menos si la recaudación está en su mejor temporada, recibiendo miles de pesos a diario de manos de los contribuyentes cumplidos.
por cierto, no es que vayan de buena gana y contentos a pagar impuestos y contribuciones, pero son ciudadanos ejemplares que cumplen lo que les toca, mientras… los políticos encontrarán en qué gastarlo viajes, obras o “donativos”.
Y mientras todo esto ocurría en el pueblo… los gobernantes estaban ocupados en seguir haciendo su campaña simulada rumbo al 2027. La invitación de la presidenta Claudia Sheinbaum a la reunión nacional en la que incluyó a gobernadores y alcaldes, sirvió para exhibirse, tomarse fotos, presumir amistades, cercanías y consolidar relaciones públicas que tarde o temprano cobrarán favores o facturas.
Por Lidia Juache