Un vórtice polar desató uno de los episodios de frío más intensos de las últimas décadas, afectando a gran parte de Canadá y Estados Unidos. Este fenómeno meteorológico, caracterizado por una gran masa de aire ártico y de baja presión que se desplaza hacia latitudes más bajas, ocasionó una caída abrupta de las temperaturas, poniendo en alerta a millones de personas en varias regiones.
Desde el pasado fin de semana, las temperaturas en Canadá han alcanzado cifras alarmantes, con Quebec experimentando sensaciones térmicas cercanas a los -55 °C, por otro lado, en las provincias de Ontario, Saskatchewan y Alberta, el ambiente se ha vuelto casi insoportable, con temperaturas que podrían superar los 30 °C por debajo de los promedios estacionales.
Al sur de la frontera, el fenómeno afectó a Estados Unidos con una intensidad similar. Más de 40 estados se vieron afectados por temperaturas que van desde los -15 °C hasta los -49 °C, el Servicio Meteorológico Nacional alertó sobre el peligro de hipotermia y congelación en tiempos muy cortos, pidiendo a los residentes de las zonas afectadas que se mantuvieran resguardados y sigan las instrucciones de seguridad pública.
De igual manera, este descenso térmico podría alterar gravemente el transporte, provocar daños en infraestructuras y generar riesgos adicionales como cortes de energía y el congelamiento de tuberías.
Lo que hace aún más inquietante este evento es su impacto en áreas del sur de Estados Unidos, que rara vez experimentan condiciones tan extremas. Ciudades como Beaumont, Texas, y Lafayette, Luisiana, se vieron sorprendidas por nevadas y ventiscas, con vientos de hasta 56 km/h y una visibilidad limitada.
Las autoridades siguen monitoreando de cerca la evolución del sistema, y recomiendan a la población mantenerse informada y tomar todas las precauciones necesarias para evitar consecuencias graves derivadas de este frío extremo.
Con información de: Ecuavisa