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Opinión

Ver para Pensar: Wolf Hall

Federico Anaya Gallardo

Wolf Hall es el título de la primera de tres novelas históricas escritas por la inglesa Hilary Mantel (1952-2022) acerca de un personaje, Tomás Cromwell, de mala fama en la Historia inglesa –pero que es peor en la versión católica de esa narrativa. Cosa interesante, Mantel fue criada como católica por sus padres biológicos, Margaret Foster y Henry Thompson, ambos nacidos en Inglaterra pero de origen irlandés. Nació en el pueblo de Hadfield en Derbyshire (hoy tiene 6mil habitantes) y fue criada allí hasta los once años. La Wikipedia inglesa nos informa que en 1960, cuando Hilary tenía siete años, Jack Mantel se mudó a su casa como nueva pareja de su madre. Cosa extraña (incluso para nuestros días) su padre Henry siguió viviendo con ellos. En 1964 Margaret, Jack y Hilary se mudaron a Romiley, un pueblo cercano a la ciudad de Manchester (hoy tiene 13mil habitantes). La adolescente estudió allí en una escuela católica –una convent school– cuando la institución aún era sólo para niñas y era dirigida por las Hermanas de la Caridad de Nuestra Señora de Évron.

Hilary –quien preservó siempre el apellido de la segunda pareja de su madre– ingresó en la London School of Economics para estudiar Derecho. Luego se transfirió a la Universidad de Sheffield donde obtuvo el grado de Bachelor in Jursiprudence que permite seguir estudios legales pero también otros (ciencias sociales, criminología, etcétera). Hilary practicó en el área de trabajo social de una clínica geriátrica. Al tiempo que se graduaba, se casó con el geólogo Gerald McEwen y empezó a escribir. Su primera novela era histórica: siguiendo la infancia y juventud de Dantón, Robespierre y Desmoulins. El manuscrito no encontró editor en aquéllos años. De 1977 a 1982 Hilary y Gerald vivieron en Bostwana. Luego pasaron cinco años, hasta 1987, en Arabia Saudita. Sus experiencias en Arabia las publicó en The Spectator y la London Review of Books.

Mantel usó su experiencia en el hospital geriátrico para sus dos primeras novelas publicadas: Every Day Is Mother’s Day (1985) y Vacant Possession (1986). En 1992 su novela histórica sobre los revolucionarios franceses fue finalmente publicada y ganó el premio de Libro del Año de The Sunday Express. En 1998 escribió una novela sobre Charles Byrne ú O’Brien, afectado de gigantismo, y sobre el cirujano escocés John Hunter que lo atendió –ambos personajes históricos del fin de siglo XVIII. Esta novela se adaptó para la radio en BBC4.

Una de las obras que me interesaría leer de ella es El asesinato de Margaret Thatcher, una colección de cuentos publicada en 2014 en Inglaterra y traducida al Castellano por José Manuel Álvarez Flórez en 2015 para Destino, en Barcelona. El asesino se instala en un departamento cerca del hospital adonde la política es atendida; secuestrando a la señora que lo habita. Ésta, pese a estar secuestrada, muestra cierta simpatía con la misión del sicario…Wikipedia inglesa reporta que a consecuencia de ese cuento los thatcheritas pidieron una investigación policiaca. Mantel se burló de ellos en un reportaje del The Independent ese mismo año: recordó que su cuento era un trabajo de ficción y que la misma Thatcher –muerta un año antes, en 2013– se preocupaba muy poco por la opinión pública. En esa ocasión, la autora también mencionó al héroe de su trilogía Wolf Hall, señalando que las políticas conservadoras de la coalición que gobernaba el Reino Unido ese año eran mucho peores que las de Tomás Cromwell –quien pese a su formación tardo-medieval propuso acciones en favor de los pobres y en contra del despojo de tierras campesinas. (Liga 1.)

En Spartacus Educational un sitio www creado por John Simkin (n.1945) y su mujer Judith Harris (1947-2009) se encuentra una página sobre Tomás Cromwell (Liga 2) que incluye, en la última sección, dedicada a las fuentes contemporáneas, un relato de cómo Hilary Mantel creó la trilogía. La autora explica allí que cuando empezó a escribir pensaba que bastaría una novela para retratar a su biografiado –un horrible político de la Era Tudor, condenado por la posteridad como un torturador corrupto. Un hombre, nos dice, que “engañó y sacrificó al santo Tomás Moro; el hombre que difamó y ejecutó a la segunda reina de Enrique VIII, Ana Bolena; el hombre que dejó en la calle a los monjes; que infiltró espías en todas partes; el hombre que desató el terror en servicio del Estado. … ¿Por qué construir un gran proyecto alrededor de él?”

La autora responde: “La ficción es impredecible, por definición”. Y al escribir novela histórica, “aunque se sabe adónde han de llegar los hechos –no se sabe bien a bien por qué caminos se ha de andar”. Asegún fue escribiendo, Hilary Mantel descubrió mayores riquezas en el personaje y en la gente que le rodeaba. El proyecto de una novela se convirtió en una trilogía y su escritura duró una década.

Hilary Mantel explica que tenía una pista original: Tomás Cromwell dijo a uno de sus contemporáneos: En mis días de juventud fui un rufián. Y con esa visión del propio Cromwell, la escritora empezó a llenar las páginas de su ficción. ¿Cómo veía un quinceañero el mundo Tudor? Era el año 1500. Dos años antes, Savonarola había sido quemado en Florencia. Tres años después moría en Roma el Papa Borgia y su hijo César, el Duque Valentino, caía en desgracia para azoro del mundo europeo. Faltaban nueve años para que Enrique, el segundo hijo del monarca inglés, subiese al trono. De hecho, el joven Cromwell nacido en 1485 no podía imaginar eso. Al inicio del siglo XVI aún vivía Arturo, Príncipe de Gales, el primogénito de Enrique VII. Su hermano menor –de nueve años– era Duque de York.

Para que te imagines qué significaba todo eso para un adolescente inglés que acababa de llegar a Italia como soldado mercenario hay que recordar que Enrique Tudor (padre) acababa de fundar su dinastía apenas en 1485, el mismo año en que nació Thomas, el hijo de Walter Cromwell: herrero, batanero y vendedor de ropa que administraba una posada y una cervecería en las afueras de Londres. Entre 1490 y 1497 un joven llamado Perkin Warbeck declaró ser Ricardo, el segundo hijo del rey Eduardo IV York –oficialmente desaparecido en la Torre de Londres cuando su tío Ricardo III York tomó el poder. Warbeck fue apoyado por la duquesa viuda de Borgoña, Margarita de York, quien era tía del verdadero Ricardo. Luego de varios intentos fallidos, Warbeck desembarcó en Inglaterra, presentó batalla y fue capturado por el primer rey Tudor. Bajo tortura, confesó ser un impostor. El rey publicó su confesión y eventualmente, lo ejecutó.

¿Era Enrique Tudor un rey legítimo? En términos de la tradición nobiliaria europea del medioevo, NO. Enrique alegaba ser parte de la rama Láncaster de la dinastía Plantagenet. Pero la realidad es que su abuelo, Owen Tudor, se había casado con la viuda de un rey Láncaster: Enrique V, el de la batalla de San Crispín en Agincourt, que Shakespeare inmortalizó. Es obvio que el nieto del segundo marido de una viuda no podría heredar el trono del rey muerto… Pero resulta que ese rey había heredado la corona de su padre (Enrique IV Láncaster) luego de que este derrocara –con apoyo del Parlamento– a su primo hermano Ricardo II Plantagenet en 1399. (Luego Ricardo apareció muerto en su prisión.) Peor: el abuelo de los primos Enrique y Ricardo, Eduardo III Plantagenet había derrocado a su padre, Eduardo II, por ser homosexual en 1327… Otra vez, con apoyo del Parlamento.

Más detalles parlamentarios: Uno, para poderse coronar, Ricardo III York se aseguró que el Parlamento declarase ilegítimos a todos los hijos de su hermano. (Esto, antes de que desaparecieran los dos que estaban prisioneros en la Torre.) Y apenas Enrique Tudor venció a Ricardo III en la batalla de Bosworth en 1485, ese mismo Parlamento regresó la legitimidad a los príncipes y princesas –de modo que Enrique Tudor pudiese casarse con Isabel York… hermana de los príncipes desaparecidos é hija del último rey York legítimo. Este es el mundo político en que vivían Walter Cromwell el herrero y su hijo Tomás. John Simkin nos reporta que Walter tenía problemas con el alcohol y que fue multado 48 veces por ello; aparte de soltar a su ganado en pastos públicos sin permiso. El padre era rufián, pero los reyes ingleses también lo eran –todos ellos.

Con estas enseñanzas, el joven Tomás se fue a Italia a jugársela como soldado. Luego comerció en Holanda. Regresó a Inglaterra de treinta años (1515) cargado de historias y sabio: hablaba fluidamente Italiano, Francés y Alemán. Hacia 1520 estaba bien establecido como comerciante de telas en Londres y había estudiado Derecho. Su suegro, Henry Wyckes, había servido en la corte de Enrique VII. En 1523, Tomás, de 38 años, es electo miembro del Parlamento. En un discurso, señaló que una guerra contra Francia sería demasiado costosa. Esta intervención llamó la atención del cardenal Tomás Wolsey –quien lo contrató en 1525 como su agente para disolver varios pequeños monasterios corruptos y fundar, con el ese dinero, un nuevo college en la Universidad de Oxford. Wolsey era el ministro más importante del Enrique VIII Tudor. Cuando Wolsey cayó de la gracia del monarca en 1529, Cromwell heredó su posición. La sostendría hasta su muerte en el cadalso en 1540.

En esos once años Enrique VIII –con apoyo del Parlamento– se proclamó cabeza de la Iglesia de Inglaterra, se divorció de Catalina de Aragón y suprimió los monasterios, asegurando al Estado ingresos impresionantes que le permitieron construir fortalezas costeras y una marina de guerra. Al vender vastas extensiones a una nueva nobleza rural, se creó una clase terrateniente moderna que permitiría a Inglaterra procesar mejor que otras sociedades los cambios sociales que afectaban a toda Europa en aquéllos tiempos. Y todo esto fue administrado por ese hombre que reconocía haber sido un rufián adolescente.

El historiador G.R. Elton (1921-1994) llamó a todo lo anterior La Revolución Tudor y consideró a Tomás Cromwell el fundador de la primera burocracia moderna inglesa. Un alumno de Elton, el historiador y divulgador David Starkey (n.1945) insiste en que el verdadero agente de esos cambios fue el propio rey no Cromwell. (Puedes ver el primero de cuatro programas de Starkey sobre el gran Tudor en la Liga 3.) Sin embargo, sabemos que el propio rey reconoció, luego de ordenar la ejecución de Tomás Cromwell, que este había sido su mejor y más fiel ministro. Sólo esta contradicción final justificaría las novelas de Mantel y su presentación cinematográfica.

La adaptación de las novelas para la TV británica (BBC) ocurrió en dos horneadas. La primera de seis episodios, fue dirigida por Peter Kosminsky y estrenada en 2015 por BBC Two. Recuperó las primeras dos novelas: Wolf Hall (En la Corte del Lobo) de 2009 y Bring Up the Bodies (Una reina en el estrado) de 2013. Ambas fueron traducidas al Castellano por Álvarez Florez para Booket (Barcelona). La segunda temporada recupera la tercera novela, The Mirror and the Light (El Trueno en el Reino) de 2019 en otros seis episodios y fue estrenada en 2024 –dos años después de la muerte de Mantel.

Entre ambas series, casi una década. Se mantuvo el mismo director, guionista y elenco: Mark Rylance (n.1960) como Tomás Cromwell; Damian Lewis (n.1971) como Enrique VIII; y Thomas Brodie-Sangster (n.1990) como Ralph Sadler. Esto resultó muy bien porque los actores envejecieron lo mismo que sus personajes. Destaco el personaje interpretado por el juvenil Brodie-Sangster, porque Ralph Sadler (1507-1587) fue un muchacho “colocado” en la casa de Cromwell desde 1514. Sadler fue formado como burócrata y político allí –y sobrevivió no sólo a la conspiración que derrocó a su protector en 1540, sino a la larga crisis sucesoria posterior a la muerte de Enrique VIII: los cortos reinados de Eduardo VI, Jane Gray y María I (Bloody Mary). Sadler murió como un cortesano exitoso de Isabel I Tudor en 1587 –¡de ochenta años! . En el capítulo final de la segunda temporada, cuando los viejos nobles interrogan a Tomás Cromwell, y le reclaman su baja cuna, éste se defiende señalando cómo siempre fue generoso al preparar y educar a jóvenes de cualquier origen para servir al reino. Sadler era uno de esos funcionarios, parte de la nueva burocracia de la que hablaba Elton, y que sirvió como primer ejemplo de meritocracia en Inglaterra.

Puedes ver buena parte de los capítulos de esta serie de BBC-Two en la red Одноклассники (Odnoklassniki, Liga 4). Me parece que el retrato complejo logrado por Mantel se perfecciona tanto en el guion como en la imaginería de la serie. The Guardian señaló que mostraba una visión oscura y valiente (Liga 5) de una época fascinante –en la que nacía no sólo la noción del despotismo moderno sino la de un Estado formado por hombres y mujeres comunes.

Una última opinión que recomienda tanto los libros como la serie. El obispo católico de Shrewsbury, en Birmingham, Inglaterra, Mark Davies (n.1959) declaró en The Catholic Herald en 2015 que “es un acontecimiento extraordinario y perverso el que han logrado Hilary Mantel y la serie de BBC, pues hacen a Tomás Cromwell un falso héroe y a Tomás Moro –uno de los más grandes ingleses– un villano conspirador”. (Liga 6.) Tomás Moro –aquél Hombre para todas las estaciones– no era tan buena persona. Pero de eso te contaré, querida lectora, la semana que viene.

Ligas usadas en este texto:

Liga 1:
https://www.independent.co.uk/news/people/hilary-mantel-coalition-is-more-brutal-to-poor-and-immigrants-than-thomas-cromwell-9858630.html

Liga 2:
https://spartacus-educational.com/TUDcromwell.htm

Liga 3:
https://www.youtube.com/watch?v=7RjKG6gwmiE

Liga 4:
https://ok.ru/video/showcase

Liga 5:
https://www.theguardian.com/books/2013/oct/11/kosminsky-rylance-bbc-wolf-hall-adaptation

Liga 6:
https://catholicherald.co.uk/bishops-criticise-perverse-depiction-of-st-thomas-more-in-wolf-hall/

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