Una pequeña roca espacial que estuvo cerca de la Tierra el año pasado y a la que se denominó su miniluna temporal podría ser en realidad un fragmento de la Luna que se desprendió hace miles de años.
El objeto celeste cercano a la Tierra, conocido como 2024 PT5, mide unos 10 metros de ancho; sin embargo, no supone ningún peligro de colisión con la Tierra ahora ni en las próximas décadas debido a su trayectoria, según los investigadores. Tras su acercamiento a la Tierra, el 2024 PT5 se aleja lentamente en su nueva y más lejana órbita.
Pero, sorprendentemente, la órbita del objeto alrededor del Sol es similar a la de la Tierra, lo que sugiere que el 2024 PT5 se originó en nuestro rincón del sistema solar.
Los astrónomos detectaron por primera vez el asteroide el 7 de agosto utilizando el observatorio con sede en Sudáfrica del Sistema de Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS, por sus siglas en inglés), financiado por la NASA.
A pesar de las predicciones de que el asteroide podría convertirse en una miniluna temporal que girara alrededor de la Tierra, la roca espacial mantuvo una órbita de herradura que la acercó, pero en realidad nunca entró en una órbita alrededor de nuestro planeta. Sin embargo, esta casi miniluna sigue siendo especial, ya que es potencialmente un trozo de la luna real, dijo el Dr. Teddy Kareta, investigador postdoctoral asociado en el Observatorio Lowell de Arizona.
Kareta es el autor principal de un estudio sobre el objeto que se publicó el 14 de enero en la revista académica Astrophysical Journal Letters.
“En realidad nunca estuvo en órbita, pero el vocabulario que tenemos para describir lo que hizo —acercarse a la Tierra desde el interior, tener su órbita ligeramente alterada por un acercamiento muy cercano con el sistema Tierra-Luna, y luego alejarse de nosotros por el ‘exterior’ en una trayectoria general de herradura— no da lugar a apodos divertidos”, dijo Kareta en un correo electrónico. “Estuvo casi orbitando alrededor de nosotros durante unos dos meses. Este tipo de órbita es fundamentalmente rara, por lo que no debería sorprendernos demasiado que aún no
Kareta y sus colegas observaron el objeto con el telescopio Lowell Discovery y el telescopio infrarrojo de la NASA en el Observatorio de Mauna Kea, en Hawai. Cuando la luz del sol se reflejó en la superficie del 2024 PT5, el equipo se dio cuenta de que se parecía mucho a las rocas recuperadas de la superficie lunar.
Teníamos una idea general de que este asteroide podría provenir de la Luna, pero la prueba definitiva fue cuando descubrimos que era rico en minerales de silicato, no del tipo que se ve en los asteroides, sino de los que se han encontrado en muestras de rocas lunares”, dijo Kareta. “Parece que no lleva mucho tiempo en el espacio, tal vez solo unos pocos miles de años”.
El descubrimiento arroja luz sobre una población rara pero creciente de asteroides lunares, lo que podría revelar cuántas veces los impactos en la Luna han enviado rocas espaciales erráticas volando hacia las proximidades de la Tierra.
Con información de: CNN