Federico Anaya Gallardo
La semana pasada, querida lectora, te contaba que en la película Mississippi en llamas (Mississippi burning), dirigida por Alan Parker en 1988, el veterano agente del FBI Rupert Anderson (Gene Hackman) le explica al novato é idealista Alan Ward (Willem Dafoe) cómo era realmente la policía rural en el Sur racista de EUA en los 1960s: Mr. Ward, no sé si Ud lo sabe, pero yo fui sheriff en un pueblito de Mississippi como éste. Si el sheriff dice que algo pasó, eso es lo que pasó. La película confronta el modo científico-moderno de investigación de Ward/Dafoe con la práctica diaria, pie a tierra, de Anderson/Hackman. Aquél descubre patrones; éste sigue chismes que convierte en pistas. Aquél ve a la sociedad racista del Deep South como un resabio (incomprensible) de primitividad; este comprende por qué la gente es como es pese a que sus actos sean sanguinarios.
El problema es que el sheriff de Jessup, Mississippi, había secuestrado y ejecutado —siguiendo las órdenes del Ku Klux Klan (KKK)— a tres jóvenes activistas por los derechos civiles: dos judíos blancos y un afroamericano. Eso, en la película de Parker de 1988. En la realidad, James E. Chaney, afroamericano de 21 años, Andrew Goodman judíoamericano de 21 años y Michael H. Schwerner judíoamericano de 25 años, todos militantes del CORE (Congress of Racial Equality), fueron secuestrados en el poblado de Philadelphia, condado de Neshoba, Mississippi, el 21 de Junio de 1964. Permanecieron desaparecidos por 44 días, hasta que sus cadáveres fueron encontrados por los investigadores del FBI (bajo el Fiscal General Robert F. Kennedy). Los tres muchachos habían sido ejecutados por el KKK por promover el registro como votantes de la población de origen africano en esa región del Estado.
En la película de Parker de 1988, Anderson/Hackman representa al oficial municipal que logra una promoción y es reclutado dentro de la agencia federal que investiga los abusos de los poderosos locales. Conoce cómo funcionan los cacicazgos, es capaz de ejercer la misma violencia que los represores, conoce cómo se organiza la red de macro-criminalidad desde la base (destiladores clandestinos de whiskey) hasta los altos puestos (jefe de policía municipal, fiscal estadual). Se trata de los cacicazgos que idealizaba, blanqueaba y domesticaba el show de Andy Griffith exactamente en los mismos años 1960s en que los activistas de CORE fueron ejecutados.

¿Cuál de los dos retratos del cacicazgo es verdadero? La Derecha radical nos dirá que la pregunta es interesada y evadirá el debate. La Derecha tradicional señalará que el cacicazgo municipal representa el orden natural de la sociedad y que el problema es que los fuereños activistas de derechos humanos lo trastornan (¿de modo “natural” todos los caciques serían como Andy Griffith?). La Izquierda buena-ondita nos dirá que seguro hay ejemplos de ambos casos en la realidad. La Izquierda seria nos mostrará, con los datos de la ciencia social seria que en la mayoría de las ocasiones los caciques matan como en Mississippi.
Pero entonces, tenemos un problema, querido lector. ¿Por qué la serie de Andy Griffith tuvo tanto éxito? Notémos, para empezar, que el modo en que se titula la serie (Show de) subraya que las audiencias no pueden confundirse: tienen ante sí a un actor (Andy Griffith) interpretando a una persona ficticia (Andy Taylor) quien es un sheriff-juez-editor de diario local que NO existe, sino que forma parte de una comedia escrita por literatos. El teleauditorio no podría engañarse: estaban viendo un trabajo de ficción. Sin embargo, esa ficción reflejaba tanto la valoración que la audiencia tiene de otras sociedades como sus aspiraciones respecto de lo que DEBÍA SER la vida estadounidense.
Te pongo otro ejemplo de la misma era, querida lectora. Entre 1959 y 1963 la CBS transmitió 146 episodios de treinta minutos en cuatro temporadas de una serie llamada Dennis The Menace (Daniel el Travieso) inspirados en una tira cómica de Hank Ketcham (1920-2001). El carácter de la historieta fue creado por el caricaturista a partir de su propio hijo. Pero, mientras los Ketcham vivían en California, el héroe de la historieta Dennis Mitchel y sus padres viven en un suburbio de clase media en Wichita, Kansas. El carácter tuvo gran éxito desde su primera aparición a principios de 1951 en 16 periódicos de los EUA. La tira cómica sigue apareciendo en la prensa hoy en día. La publican al menos mil periódicos en 48 países.
Ahora bien, la serie de TV Dennis The Menace es contemporánea de The Andy Griffith Show y describe, igual que ésta última, la vida diaria idealizada (y banalizada) de una familia tipo ó modelo. Ron Howard, el niño que interpretaba a Opie Taylor, se consagraría como adolescente caucásico wholesome American, y luego sobreviviría como director. En 2020 llevaría a la pantalla grande la versión fílmica de Hillbilly Elegy —la cuestionada autobiografía de J.D. Vance, el vicepresidente de Trump. La inocencia del chico lindo Opie Taylor es la de Luzbel.
El intérprete de Dennis The Menace, Jay North (1951-2025) tuvo una carrera menos exitosa pero más compleja. Te he hablado de él en tres kino-reseñas en este espacio (Febrero-Marzo de 2023, la primera en la Liga 1); cuando te conté del extraño proyecto fílmico-televisivo de Maya, la elefanta, que relata la historia de un chico estadounidense (North) perdido en la India, adonde hace amistad con un chico indio llamado Raji (interpretado por Sajid Khan, 1951-2023). Luego de esa aventura, North se dedicó al doblaje interpretando diversos personajes animados. No incursionó en la producción ó dirección, pero formó parte de una red de apoyo para niños-actores llamada A Minor Consideration. Contrario al intérprete de Opie Taylor (Howard), quien encarnó a Daniel el Travieso (North) trabajó en proyectos que iban más allá de los mitos fundadores de su sociedad (Maya) y que hacían la crítica de los tabúes hollywoodenses (A Minor Consideration). Los mitos existen, pero cada ciudadano ó ciudadana escoge si los sigue como verdad ó si los pone en duda.
¿Dónde está ubicada la casa de Daniel El Travieso? En un suburbio. ¿De qué metrópoli? De todas, de cualquiera y de ninguna No importa que la Wikipedia Inglesa nos señale Wichita, Kansas. ¿De dónde salió esa imaginería de la familia suburbana estadounidense?
Te propongo cabilar sobre este último tema a partir de un documental de 1998. Se titula Hollywoodism: Jews, Movies and the American Dream (Hollywoodismo: Judíos, Películas y el Sueño Americano) y fue dirigido por el polémico canadiense-israelí Simcha Jacobovici (n.1953) junto con el estadounidense Stuart Samuels (1940-2024). Lo puedes ver en YouTube gracias a Stay Woke (@staywoke2550) en la Liga 2, en Inglés sin subtítulos. Otra versión, en Inglés con buenos subtítulos automáticos en Castellano está en la Liga 3, también en YouTube gracias a Reelblack One (@reelblack).
El documental está basado en un libro escrito en 1989 por Neal Gabler: An Empire of their Own: How Jews Invented Hollywood. (Su propio imperio: Cómo los judíos inventaron Hollywood) editado en Nueva York por Anchor. (Hasta donde sé, no hay versión en Castellano.) La hipótesis de Gabler inicia con los progromos del Estado zarista ruso en contra de los judíos de Europa del Este (Polonia, Hungría, Ucrania, Bielorrusia y Rusia). Nos dice que la memoria de la persecución acompañó a esa emigración a los EUA. El documental empieza con la frase Estas imágenes esconden memorias, pero lo que vemos es una escena en Technicolor de una película del salvaje Oeste. En un terreno árido, frente a unos cerros pelones, hay una casa tosca de madera. Una familia, todos ellos pelirrojos, se prepara para comer. En el silencio se oyen disparos. La madre se desploma frente a la mesa que estaba preparando. El hijo mayor es herido y cae del carromato que estaba moviendo. El padre corre para ayudar a su mujer, pero es alcanzado en una pierna por otra bala. Arrastrándose, llega hasta su revólver para tratar de resistir. El hijo más pequeño observa aterrorizado todo lo anterior. El narrador nos explica que bajo las escenas familiares de Hollywood yace una historia particular de persecución y asesinatos que atormentó a un pequeño grupo de hombres. No vaqueros americanos, sino inmigrantes judíos. Y luego, el narrador nos transporta a una escena en que vemos a Frank Sinatra cantar That is America to me (Robinson & Allan) en el cortometraje The House I live in (Ross & LeRoy, 1945) que puedes ver completo en la Liga 4.
Adelanto: la letra de esa canción insiste que los EUA es el Pueblo (que en Inglés es plural, por cierto) y que ese Pueblo está formado por todas las razas y todas las religiones. Una utopía que no existía en la realidad ni en 1945 cuando se filmó la escena; ni en 1989 cuando Gebler publicó su libro; ni en 1998 cuando Jacobovici & Samuels filmaron el documental; ni existe hoy en día, 2025. Es decir, la letra canta un mito.
Un mito impulsado de manera consistente por el Hollywood fundado alrededor de los seis grandes estudios de los 1920s: 20th Century Fox, Metro-Goldwyn-Meyer, Paramount, Universal, Columbia yWarner Brothers. Todos ellos dirigidos por inmigrantes judíos que habían nacido en una misma región: Europa del Este. William Fox, Samuel Goldwyn, Carl Laemmle, Louis B. Mayer, Henry Warner, Harry Cohen y Adolph Zukor. ¿Por qué se comprometieron con este mito? Porque sin él no podrían sobrevivir en el Nuevo Mundo. Ésto no era teoría ni destino religiosamente dictado. Era experiencia efectiva, vivida por ellos mismos.
Libro y documental nos cuentan cómo, a principios del siglo XX, muchos inmigrantes judíos en las ciudades de la Costa Este se dedicaron a proyectar los cortometrajes que producía la primera industria cinematográfica. Esta industria estaba controlada por productores angloamericanos, liderados por Tomás Alba Edison quien en 1908 maquinó con las autoridades un monopolio en la producción, importación y exportación de películas. La visión de Edison era que el cine debía reforzar la cultura y estructura de la sociedad. Su cine era clasista y racista. La mayor parte de la producción eran comedias ligerísimas para entretener a las masas ignorantes. Si se filmaba más, el mensaje era reaccionario para enseñar a Los de Abajo cuál era su lugar. La película cumbre de esa escuela es The Birth of a Nation (Griffith, 1915) de la que te conté hace tiempo. (Liga 5.) Los judíos de Nueva York pronto controlaron el mercado de distribución y se interesaron en expandir su trabajo a la producción é importación. Querían ofrecer productos más sofisticados y ganar el mercado de la naciente clase media.
En 1912 Adolph Zukor trató de romper el monopolio de Edison é importó la película Les Amours d’Élisabeth, Reine d’Angleterre de Sarah Bernhart, dirigida por Louis Mercanton. Edison y su cártel golpearon con toda su fuerza. Esto decidió a muchos empresarios cinematográficos judíos a buscar refugio en el otro extremo de los EUA. (Aparte, litigaron: el monopolio de Edison fue derrotado en juzgados hacia 1915.) En este sentido, Hollywood es fruto de dos exilios, el primero partió del Este de Europa y el segundo de Nueva York.
¿Por qué se fueron a California? Neal Gabler explica que al de California era una sociedad mucho menos estructurada que la de Boston, Nueva York é incluso que la de Chicago. Eso explicaría también por qué se establecieron en el sur del Estado, en la región de Los Ángeles menos desarrollada que el área de San Francisco-Sacramento al norte. En L.A. podrían crear no sólo películas, sino un modelo de vida. La periodista cinematográfica Aljean Harmetz agrega que, antes del florecimiento de Hollywood no había realmente algo llamado American Dream sino que este fue creado, confeccionado, imaginado y puesto en escena por la naciente industria cinematográfica.
Fascinante. Porque los modelos de vida creados en la pantalla como mitos se volvieron el patrón impuesto por la sociedad de consumo estadounidense durante los siguientes cien años.
¡Salud y República!
Ligas usadas en este texto:
Liga 1:
https://potosinoticias.com/2023/02/17/ver-para-pensar-recuerdos-y-entrecruzamientos/
Liga 2:
https://www.youtube.com/watch?v=_Mi0tvTRnEQ
Liga 3:
https://www.youtube.com/watch?v=MXeHnvImcMk
Liga 4:
https://www.youtube.com/watch?v=ovwHkb1wEfU
Liga 5:
https://potosinoticias.com/2021/01/04/ver-para-pensar-los-enganos-de-griffith/

