El empresario Julio César Galindo Pérez fue electo como relevo de Jaime Chalita Zarur en la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), en un evento encabezado por el líder nacional Gustavo Adolfo de Hoyos Walther y con el gobernador Juan Manuel Carreras de testigo de honor.
Lo interesante de este relevo es el perfil de Galindo Pérez, en el sexenio de Toranzo encabezó el Consejo Ciudadano de Transparencia y Vigilancia para las Adquisiciones y Contratación de Obras Públicas, no fue una figura decorativa, puso en la mira diversas obras bajo sospecha de corrupción.
Después de un sexenio, el Comité de Participación Ciudadana (CPC) del Sistema Estatal Anticorrupción está lejos de haberse consolidado, los obstáculos provienen del mismo poder estatal que en teoría debió darle todas las facilidades para su operación; y el Congreso del Estado no se ha visto muy sensibilizado en el tema.
Las banderas de la transparencia y el combate a la corrupción que invocó el doctor Carreras cuando inició su mandato, se perdieron en el camino y el sector privado ha sido complaciente hasta la ignominia.
Un caso muy ilustrativo fue el de Jaime Chalita: el año pasado se atrevió a descalificar una encuesta de la Coparmex nacional aplicada a sus propios socios sobre el desempeño del gobernador, siete de cada diez consideraron que no estaba cumpliendo con el trabajo para el que fue electo.
Aunque pocas, sí hay voces del empresariado que asumen posturas críticas, presionan, exigen resultados y cuentas claras al gobierno, sin que ello implique una oposición política porque esa no es la función de las cámaras empresariales, lo lamentable es cuando se convierten en porristas de ineptitudes y transas del sector público, se vuelven cómplices.
La Coparmex potosina no es un ejemplo de democracia, ha estado bajo control de una camarilla que privilegia los intereses cupulares; tampoco lo es el dirigente nacional De Hoyos Walther, dio un “golpe blando” al modificar los estatutos para poder reelegirse por un quinto periodo, debe considerarse indispensable para combatir al Presidente AMLO, es de los que piensan que vamos hacia una dictadura populista.
Ya veremos si Galindo Pérez rompe o sigue la línea de Chalita Zarur, viene un complicado fin de sexenio.
EL FUTURO DE GABINO
Las investigaciones de la Secretaría de la Función Pública contra varios “superdelegados” del país acusados de corrupción ya concluyeron, solo falta encontrar el momento idóneo para revelar los resultados.
Se hacen apuestas sobre el destino del “superdelegado” Gabino Morales Mendoza, unos anticipan que la titular de la SFP, Irma Sandoval, tiene suficientes elementos para su cese y hasta inhabilitación, otros señalan que el Presidente AMLO será benevolente y no le cargará la mano, no hay la intención de exhibir las desviaciones de la 4T, demostrar que en el prometedor gobierno de Morena persisten los vicios del PRIAN.
Mareado por el poder, sus cercanos le hicieron creer que podría ser el próximo gobernador y hace unos días, ya centrado y con los pies en la tierra, con la guadaña de doña Irma en el aire, se descartó al reconocer su inexperiencia y juventud para ocupar la silla de Carreras.
Hace apenas unos días su compañero, el diputado federal Ricardo Delsol le echó más leña a la hoguera, aseguró que lo denunció por “enriquecimiento ilícito”, planteó que está muy observado su trabajo al frente de la Secretaría del Bienestar y hasta habló de que un industrial se quejó de que le pidió dinero por una audiencia.
La investigación contra los “superdelegados” hará carambola, se da como un hecho la salida del coordinador de los “superdelegados”, Gabriel García, por solapar actos de corrupción y entrometerse en asuntos internos de Morena. [Javier Padrón]