El grupo francés PSA, dueño de Peugeot y Citroën, y el italo-estadunidense Fiat Chrysler Automobiles (FCA) anunciaron un acuerdo para llevar a cabo una fusión que creará un nuevo gigante mundial de la industria automotriz.
Los dos grupos procederán a una unión entre iguales para “crear el cuarto fabricante de automóviles mundial” por volumen y el tercero más grande por ingresos, según un comunicado conjunto. Actualmente lideran el mercado el grupo alemán Volkswagen, la alianza franco-japonesa Renault-Nissan y el japonés Toyota.
La nueva entidad, de más de 400 mil empleados, tendrá un volumen de negocio consolidado de cerca de 170 mil millones de euros (190 mil millones de dólares) y unas ventas anuales de 8.7 millones de vehículos, bajo las marcas Fiat, Alfa Romeo, Chrysler, Citroën, Dodge, DS, Jeep, Lancia, Maserati, Opel, Peugeot y Vauxhall.
Este acercamiento aportará “capacidades de inversión reforzadas para la nueva entidad con tal de hacer frente a los desafíos de una nueva era de movilidad durable”, agregó el texto. Generará además “sinergias en un año estimadas a unos 3 mil 700 millones de euros, sin cierre de plantas relacionado con esta transacción”, según los dos socios.
“La realización de la fusión tendría que efectuarse en 12 a 15 meses”, precisó el comunicado, y añadieron que el nombre de la nueva entidad será acordado en los próximos meses.
La sede de la empresa madre de la nueva entidad estará en Holanda pero seguirá cotizando en París, Milán y Nueva York.
Directivos de FCA y PSA
John Elkann, actual presidente de Fiat Chrysler Automobiles (FCA) y heredero de la familia Agnelli, presidirá el nuevo consejo de administración, y Carlos Tavares, hasta ahora presidente del directorio del grupo PSA, será el director general del nuevo grupo.
Los ministros de Economía de Italia y de Francia se congratularon por la fusión.
“Una muy buena noticia para Francia, para Europa y para nuestra industria del automóvil (…) para responder a los desafíos de la movilidad sostenible”, dijo el ministro francés Bruno Le Maire.
Por su parte su homólogo italiano Roberto Gualtieri, aseguró que el acuerdo “representa un paso fundamental hacia la consolidación del mercado” y aseguró que su gobierno “continuará a supervisar con atención el impacto” de la operación, en particular en lo que afecta al empleo.
Dividendos a accionistas
Tavares, en conferencia telefónica con la prensa, afirmó que la fusión “supone una formidable oportunidad para adquirir una posición más fuerte en la industria del automóvil, cuando llevamos a cabo una transición hacia una movilidad limpia, segura y duradera y queremos ofrecer a nuestros clientes productos, tecnologías y servicios del mejor nivel”.
“Es la unión de dos empresas de marcas emblemáticas y trabajadores muy comprometidos. Las dos empresas han vivido momentos difíciles y se han convertido en grandes grupos ágiles e inteligentes”, comentó por su lado Mike Manley, presidente ejecutivo de FCA.
Los ahorros generados por las sinergias permitirán paralelamente “invertir masivamente en las tecnologías y los servicios que van a modelar la movilidad del futuro, respondiendo al desafío de las regulaciones sobre las emisiones de CO2”, subrayaron los dos grupos.
Por otra parte, y siempre antes de la fusión, Fiat Chrysler Automobiles distribuirá a sus accionistas un dividendo excepcional de 5 mil 500 millones de euros, mientras que PSA distribuirá a los suyos su 46 por ciento que posee en el capital del suministrador de equipos Faurecia, según el comunicado.
Los dos constructores habían anunciado el 31 de octubre haber llegado a un acuerdo unánime sobre el principio de una fusión, en la que los accionistas de los dos grupos se dividirían el capital a partes iguales 50/50, al cabo de diversas operaciones financieras, para formar un nuevo gigante mundial del automóvil sin que ello suponga el cierre de fábricas.
El estado francés, que se había opuesto a una fusión de Renault con Fiat sin el acuerdo de Nissan, se declaró en cambio favorable a esta alianza, que permitiría efectuar las inversiones necesarias para la llegada del coche eléctrico y del vehículo autónomo, que se cifran en decenas de miles de millones de euros.
AFP.