Miguel Barbosa, gobernador de Puebla, se resiste a reabrir la industria automotriz, pese a la decisión del gobierno federal de considerar ese sector como esencial para regresar a la nueva normalidad.
De hecho, la secretaria de Economía, Graciela Márquez, refrendó ayer que la reapertura de esa industria no es un capricho y tiene que ver con la entrada en vigor del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) para el próximo primero de julio.
Sin embargo, el mandatario poblano advirtió que actuará hasta donde sus atribuciones legales se lo permitan para evitar el reinicio de actividades en empresas como Volkswagen y Audi. “Hoy no hay condiciones para que el primero de junio regrese a las actividades la industria automotriz en Puebla. Hoy no hay condiciones, estamos en el peor momento de la pandemia […] Así es que por lo que a mis atribuciones corresponda, esto no va a ocurrir”, subrayó en conferencia de prensa.
No obstante, ofreció que si para el 31 de mayo la curva de contagio está “achatada” y las condiciones sanitarias, sociales y económicas han mejorado, él mismo permitirá que tanto Volkswagen como Audi, así como sus proveedores, regresen a la normalidad laboral.
Mientras, al participar en la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, Graciela Márquez explicó que es importante que la industria automotriz en el país empiece a trabajar prácticamente de manera simultánea con la de EU, “porque va a tener que enfrentar pronto las reglas del T-MEC. Y pronto es el primero de julio”.
Sostuvo que se busca “reconstruir la cadena (de suministro), pero también en particular la automotriz. No es caprichoso el tema automotriz, también tiene que ver con el tratado de libre comercio”.
Agregó: “En el gobierno de México se decidió que se iba a priorizar la salud y que teníamos que empezar esta reapertura hasta que tuviéramos certeza de que esto no iba a impactar la salud”, dijo. Desde el lunes pasado, la industria automotriz en México reabrió parcialmente en cuatro de los 10 estados donde está asentada.
En San Luis Potosí, General Motors y BMW iniciaron con la primera etapa de regreso escalonado; en Querétaro solo regresó 20 por ciento del personal; en Coahuila inició trabajos la planta de GM, y en Aguascalientes, Nissan y Compas comenzaron algunos de sus procesos. Se mantiene en suspenso la fecha de arranque de las empresas en Edomex, Nuevo León, Guanajuato, Baja California, Morelos y Puebla.
Con información de Milenio