Un segundo voluntario del proyecto de vacuna de AstraZeneca contra el coronavirus presentó una enfermedad neurológica “inexplicable”, pero la farmacéutica asegura que no hay evidencia suficiente de que esté relacionada con la sustancia.
El pasado 8 de septiembre se registró el primer caso de síntomas negativos en una paciente que recibió una dosis de la vacuna antes de desarrollar inflamación de la médula espinal, conocida como mielitis transversa, la cual provoca debilidad en brazos, piernas y puede causar problemas en los intestinos y la vejiga.
Tras varios informes, AstraZeneca explicó que “era poco probable” que la enfermedad estuviera ligada a la inoculación, por lo que se recomendó continuar con los ensayos.
El medicamento, desarrollado en conjunto con la Universidad de Oxford, ya ha sido probado en miles de voluntarios en el Reino Unido, Brasil, Sudáfrica y, desde el 31 de agosto, en Estados Unidos, en lo que se llama la fase 3 de los ensayos para verificar su seguridad y eficacia.
Con información de El Informador.