Jorge Ramírez Pardo
Mejor no comparar. Porque es difícil hacer apuestas en cuanto al grado de incompetencia y/o impertinencia del gobernador saliente Juan Manuel Carreras –si bien le resta un año menos un día en el cargo, dada su abulia no le queda nada-, y su sobreexpuesto, paseado y auto-pasareleado delfín, Xavier, de pretensiones voraces para sucederle, ignora los añicos de su cristalería.
Carreras de notable gris desempeño y mustio servilismo “diplomático” hacia el presidente AMLO, deja evidencias, lo mismo que su delfín, de que gobiernan, sí así se puede identificar su proceder, para sí mismos en cuanto pertenecientes a una casta privilegiada a la que sirven. Su linaje “new ricardo” es lo de menos, si lo trascendieran.
El protocolo de 5º Informe del gobernador fue un amasijo de autoelogios acentuado en obra pública de infraestructura y el Covid 19 como máxima justificación para los incumplimientos sólo remarcados, pero siempre existentes.
En forma y contenido se retrocedió a una suerte de rito carlosalinista de lo más desgastado. Nada que favorezca a la desolada imagen del gobernador ni abone, por tanto, en favor de su delfín porque surge el espectro de peor de lo mismo si ese fuera el destino manifiesto. Hubo ahorro sí, en cuanto ausencia de despliegue de acarreados, pasarela de acomedidos y cargada sucesoria.
Montaje gastado y opaco
El autor de estas líneas, ya se ha referido a un acto tramposo/ridículo, promovido por el responsable del Consejo Consultivo del Centro Histórico (CCCH), el ex gobernador Horacio Sánchez Unzueta, tío del presidente municipal capitalino. El pasado viernes 18 de septiembre, por la noche y sin público, se placeó al gobernador mismo, a Miguel Torruco Marqués, secretario federal de turismo, y a Christofer Landau, embajador de Estados Unidos en México, para inaugurar en el Jardín de Tequis unas esculturas bofas, de David Camorlinga, un aficionado al oficio y arquitecto de profesión. Ello es parte de un exceso de lucimiento para la avenida Venustiano Carranza, parte acaso del programa con el cursi lema “Carranza se pone guapa”. El “acaso” priva a causa de la ausencia de información o justificación de quien tuvo esa fallida iniciativa.
Qué ironía. Para abundar en el ridículo, al día siguiente –sin atención a medidas precautorias anti pandémicas- los habituales paseantes del jardín aludido, hacían fiesta y se tomaban fotos con una escultura, sin firma y no de autoría de Camorlinga, con sello estilístico de la pintora y escultora surrealista Leonora Carrington.
¿Han visto por ahí al secretario de Cultura?
Luego se afirmaría –sin desmentido- que las esculturas (las esculturas chafas, las de Camorlinga) son un regalo de Industrial Minera México, IMMSA, para abonar con su abogado Sánchez Unzueta la garantía de autorización para una inversión multimillonaria de fraccionamientos y área comercial el territorio que la empresa contaminó durante más de un siglo y desde antes de ser propiedad de Germán Larrea, tercer hombre más acaudalado de México, según la certificadora Forbes, y con múltiples demandas por los desmanes y agravios de sus empresas en distintos beneficios mineros en México, Sudamérica y Asia. ¿Quién dijo conflicto de intereses arropado por el municipio?
Aún no inicia campaña –si acaso la inicia, toco madera para que no haya tal- Xavier Nava y ya le impone a la capital potosina cuotas de sacrificio en beneficio de unos cuantos. El pretendido despojo de la Sierra de San Miguelito también está en el juego de intereses.
Los disimuladores suspirantes
Algunos indicios del malestar provocado por los gobernantes estatal y municipal capitalino, sin mención ni disculpa en la oratoria del Informe de Gobierno estatal son:
- Tienen la inseguridad desbordada.
- El desfalco en el sector salud cargado de evidencias y no esclarecido.
- La banalización desenfrenada de las sedes de la fiscalía y el congreso, la tarde del 6 de junio pasado. A plena luz del día, y sin el menor indicio de freno ni prevención del suceso, un grupo encabezado por dos juniors, uno pertenecientes Frena y el otro a las juventudes panistas; destrozaron símbolos patrios, arrastraron la imagen de Ponciano Arriaga; los cuerpos policiacos y sus huestes les sembraron cargos a militantes en favor de preservar la Sierra de San Miguelito, y a los verdaderos actores los dejaron libres y, a la postre, al amparo de la impunidad. Esclarecer el hecho y actuar con justeza es responsabilidad de los gobernantes, el fiscal estatal y los mandos de seguridad de ambos mandantes. ¿Dónde quedó la bolita? ¿Se impondrá el ejercicio leguleyo de clase?
- 5 años perdidos en el mando estatal y el último naufragado de antemano si no hay, como parece ser, un giro cualitativo. 12 meses es poco, pero es mucho quien padece y es mayoría.
- 2 años de munícipe en protagonismo de relumbrón, aliado a un CCCH lento y opaco en la contabilidad, ahora hiperactivo de relumbrón con obras hechizas no programadas ¿en precampaña? Toco madera.
Por más que se intente, como ya se ha afirmado en este espacio… uno quisiera admirar y querer a su gobernanza y ex; pero ella no nos quiere ni se quiere; se engaña cuando nos engaña.
Ojalá Morena del Centro, de apellido López Obrador, sorprenda con un candidato idóneo a la sucesión gubernamental potosina, porque la actual ropa tendida desluce –sin distinción de marca y color político-. Como dijo Rubén Figueroa, “la caballada está flaca” y urge un caballo negro con buen trote.