[Javier Padrón]
La sucesión en Morena a la gubernatura ya se ve con más claridad. Ante la predecible declinación del “superdelegado” Gabino Morales que decidió permanecer en su puesto a través de un mensaje en un video cargado de autoelogios, las debilidades que le achacan son su fortaleza, y se burló de sus críticos (“nueva temporada de urracas y buitres”), a la víspera del día de muertos el notario Leonel Serrato le dio “más forma” a su aspiración de ser candidato a la gubernatura en un salón de fiestas de Soledad.
Ambos hicieron un pacto, uno de los dos apoyaría al otro que decidiera contender por la candidatura, así Leonel presumió el fin de semana el apoyo del funcionario federal y asumió una actitud excluyente al sentirse el único con derecho a postularse y asegurar que a Morena “se han colado líderes sindicales, alcaldes independientes, nomás falta ‘Chuponcito (sic)”.
Las referencias fueron obvias: Francisca Reséndiz, del SITTGE, y Adrián Esper, edil de Ciudad Valles; semanas atrás descalificó a otro aspirante, José Antonio Lorca Valle, quien le respondió con detalles de su zigzagueante trayectoria política y cercanía con la “mafia del poder” que lo ha colmado de privilegios.
Al destape de Leonel fueron acarreados los “servidores de la nación”, empleados federales encargados de los programas sociales. Tanto Morales como Serrato han sido señalados de utilizar los padrones de la Secretaría del Bienestar y su personal con fines electoreros, de condicionar los apoyos a cambio de votos, al estilo del PRI: los “servidores de la nación” pasaron a llamarse “defensores de la patria” bajo la dirección de Leonel.
Será el gallo de Gabino para la gubernatura, pero difícilmente de Morena, donde lo conciben como un provocador, un merolico embozado de Sánchez Unzueta, un instrumento punzante de discordia, descalifica a los demás aspirantes, no convoca a una contienda respetuosa y propositiva, refuerza la imagen del canibalismo morenista. En su campaña por la alcaldía hace tres años quedó en tercer lugar, favoreció el triunfo de Xavier Nava, el objetivo fue echar a Ricardo Gallardo Juárez.
Con el arribo de Mario Delgado a la dirigencia nacional de Morena la corriente en la que milita Gabino, la de Bertha Luján, fue borrada del mapa, están acotados, aunque en la entidad conservan lo más importante, la estructura de los programas sociales. Gabino aseguró en su video que no va a caer en la tentación del desvío de recursos y le pidió lo mismo al gobernador Carreras, una descortesía para quien lo ha procurado tanto.
A la lista de aspirantes de Morena se anotó el diputado federal Ricardo Delsol, sin ninguna posibilidad; el magistrado Juan Ramiro Robledo está sigiloso, no mueve ni una pestaña; el senador Primo Dothé sigue muy a gusto en su curul; de los externos, en un escenario crítico de coalición que se definiría el próximo año, está el diputado federal Ricardo Gallardo, hoy se registró como aspirante del PVEM, habló que van por 500 mil votos en todo el estado.
El externo y sin partido, Esper Cárdenas, la metamorfosis de dos poderosos clanes políticos-económicos de SLP y Tamaulipas, repite que lo buscan las izquierdas y no se resistirá, en los últimos días hizo amarres con grupos morenistas, se abstiene de descalificar a los otros contendientes, prefiere enfrentarse a los dueños de medios de comunicación y evidencia sus intereses. A Toño Lorca, el maoísta-salinista PT le dio una desconocida, la dirigencia nacional no puede expresar aún el apoyo a tal o cual aspirante como el que presumió la semana pasada.
¿CIERRE DE FILAS EN EL PAN?
En el PAN hay señales de cierre de filas, recados al alcalde capitalino Xavier Nava. El senador en funciones Francisco Javier Salazar dio su voto al senador con licencia Marco Gama, no a Octavio Pedroza, ni a Sonia Mendoza, ¿hay otros? Don Paco, desconocido para las nuevas generaciones de colegas, dijo que los panistas deben elegir a uno de los suyos como candidato. No pudo ser más claro el líder del ala dura del partido.