Japón no permitirá la entrada a su territorio de extranjeros no residentes a partir del lunes y hasta finales de enero, informaron este sábado las autoridades, tras constatarse los primeros casos de contagio por la nueva cepa de COVID-19.
Actualmente, Japón restringe la entrada de extranjeros de la mayoría de países por temor al COVID-9, por lo que requiere que todos los visitantes se pongan bajo cuarentena a su llegada.
Ahora, Tokio planea endurecer estos requisitos: tanto los viajeros japoneses como los residentes extranjeros provenientes de países donde se haya constatado la presencia de la nueva cepa de COVID-19, deberán someterse a test dentro de un plazo de 72 horas después de su partida y nuevamente al llegar a los aeropuertos nipones.
También se reforzará la cuarentena de todos los viajeros que regresen a Japón.
Citando al gobierno, Jiji Press y Kyodo indicaron que la nueva medida forma parte de los esfuerzos para contener la propagación de la nueva capa del coronavirus, que se estima que es un 70% más infecciosa.