Javier Padrón
La incomodidad entre Xavier Nava, Octavio Pedroza y Marco Gama fue inocultable esta mañana en un hotel de cinco estrellas. De barrera se sentó a un lado del primero el presidente de la CMIC, Manuel Antonio Castanedo de Alba, esta sana distancia no obedeció a las medidas preventivas de la pandemia.
El ambiente llegó al paroxismo con las preguntas puntillosas de un reportero sobre la denuncia de Octavio contra Nava por la presunta compra de votos con reparto de dinero en un campo llanero y su negativa a firmar el pacto de unidad del PAN; y los anfitriones, que buscaban controlar a los aspirantes, comenzaron a tragar camote y su demagogia (“Es por San Luis Potosí”) quedó expuesta a los cuatro vientos.
De la penosa denuncia, Octavio dijo que sigue en trámite y espera la resolución del PAN con apego a derecho, con sutileza le espetó a Xavier que era un indecente; la explicación de éste a la falta de su firma en el pacto panista, no fue convincente: que fue la salida de Sonia Mendoza y “no era conveniente firmar”, y corrigió su ausencia al suscribir este nuevo pacto ante la cúpula patronal, “más robusto”, “es un compromiso con la ciudadanía”, el PAN salió sobrando.
Fue lo mismo que dio a entender minutos antes el presidente de la Coparmex, Julio César Galindo, aseguró que los dirigentes local y nacional del PAN estaban al tanto del pacto y dieron su aval. Lo que no pudo hacer Marko Cortés ni Francisco Aguilar, lo hicieron ellos, los señores del dinero, aplicaron el principio de subsidiariedad que implantó Gómez Morín frente al gobierno cardenista.
Este desplazamiento de la autoridad panista por la cúpula del sector privado en la elección interna, es un intento de meter en orden a Pedroza y Gama que han descuadrado el proyecto político —sobre todo económico— que tienen con Nava, es ostensible el propósito de ponerles una camisa de fuerza, con una simple firma, a los dos insumisos porque se avizora un escenario rupturista con el eventual triunfo navista, “democrático e inobjetable”, una variante del fraude patriótico del viejo PRI.
Algo saben los líderes empresariales, están preparando el terreno para un segundo manotazo. La encuestadora (panista) Massive Caller ya abandonó a Xavier como puntero y subió a Octavio, quien sigue sumando adhesiones y acaricia el triunfo; la semana pasada se hizo correr el rumor de que Marco declinaría por Xavier, se mantiene firme; al evento patronal se hizo acompañar nada menos que de su “coach” Paco Salazar, su suplente en funciones en el Senado, el operador de la ruptura con el doctor Salvador Nava en los noventa. El líder yunquista conoce la naturaleza del navismo biológico a la perfección, ese afán de mandar al diablo las decisiones de los partidos políticos, arropándose en el liderazgo ciudadano y carismático que, en el siglo XXI, ya no funciona, está de moda quitarse las máscaras: otro testigo de honor del evento empresarial fue el cacique sindical prianista Emilio de Jesús Ramírez, en realidad es un empresario que simula defender los derechos de los obreros.
Tras la firma del dichoso pacto castrador, las entrevistas por separado a los aspirantes reforzaron el nivel de confrontación que se traen. Xavier declaró que la denuncia por compra de votos “le causaba risa”, no había militantes panistas, quizá dice la verdad, solo falta aclarar el origen del dinero que oreaba un conocido promotor navista en plan derrochador en videos y fotografías, se ven playeras con la efigie de Xavier y el logo del PAN. La pista apunta al celoso guardián del tesoro municipal, Rodrigo Portilla, ¿quién más?
Octavio manifestó que él no manchará el proceso interno y dejó entrever que puede documentar el cochinero de su adversario en una entrevista ignorada por los llamados grandes medios, los que forman opinión y fijan agenda sin tener intereses en la sucesión 2021.
Por eso se entiende la desesperación de los dirigentes de las cámaras por las dificultades por las que atraviesa Xavier; agrupados en la fachada electoral de Alianza Empresarial están en plena comunión con el PAN en su lucha contra la comunistoide 4T, y tienen el derecho de entrometerse en la elección panista, como lo están haciendo en el noble Cabildo con la infodemia de que la industria de la construcción está paralizada porque no se autorizan los planes de desarrollo que beneficiarán solo a unas cuantas familias de intachable cuna.
Morena: falsos feministas
En Morena las cosas siguen empeorando. La discusión se desvió hacia el terreno del feminismo, los que cobran con una mano en la UAM y con la otra agitan a los incautos devotos de la 4T, lanzaron un enjundioso manifiesto que busca favorecer a Francisca Reséndiz como candidata a la gubernatura. La vocación por la derrota y simpatía por el opresor.