Javier Padrón
El escenario de choque lo planearon las élites potosinas en la dinámica de los gobernadores “federalistas” y dando por sentado que Xavier Nava sería el próximo gobernador: la confrontación con el Presidente AMLO y su gobierno por la aprobación de los planes de desarrollo urbano y reordenamiento territorial de la capital sin observar la legislación federal con el pretexto de la soberanía municipal y/o estatal.
Está fresco el antecedente del juicio que interpuso y ganó Nava en la SCJN a través del abogado Jorge Chessal Palau en nombre de la autonomía municipal para eliminar la facultad que tenía el Congreso del Estado para autorizar o negar la desincorporación de inmuebles municipales.
El navismo en sus orígenes tuvo una fuerte carga regionalista y de oposición al centralismo, postura que luego asumiría Horacio Sánchez en su cuatrienio frente a los presidentes Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo para que cedieran a sus exigencias (más recursos “para combatir la pobreza” y respeto a la soberanía estatal) a cambio de mantener la gobernabilidad en la entidad, después del surgimiento del EZLN y otros grupos subversivos en el país.
Para demostrar su músculo al gobierno federal, Horacio manipuló a líderes campesinos (Said López de Olmos, fue uno de ellos) en varias partes del estado con visos de insurrección e invasión de tierras; el arquitecto y ganadero Marco Garfias se quejaba que la invasión de su rancho Santiago en Villa de Arriaga fue alentada por el gobernador, quien además paró en seco al líder priista Santiago Oñate que intentó manejar la sucesión estatal.
Esa sería la tónica de Nava, la bandera autonomista, en caso de llegar a la gubernatura, desafiar al Poder Ejecutivo Federal no solo en materia de planeación urbana sino también en las políticas fiscales, distribución de recursos y en otras materias, tal como lo hacen ahora los “federalistas” y jugar un papel relevante en el escenario nacional en la sucesión de AMLO.
Nava quiere emular a su abuelo Salvador Nava como figura política nacional, enfrentando al poder central encarnado por el “autoritario” AMLO, y en su proyecto participarían sus aliados de “izquierda”, los “Chuchos” y “Galileos”, intelectuales como Sergio Aguayo y Enrique Krauze, la corriente democristiana de Emilio Álvarez Icaza y Javier Sicilia; y Javier Corral, el gobernador saliente de Chihuahua que busca encabezar a la oposición en la sucesión presidencial del 2024.
“LOS INDIOS Y SU UTOPÍA PENDEJA”
Las condiciones para el choque ya están dadas. El exhorto de la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, María Luisa Albores, al alcalde interino Alfredo Lujambio de no autorizar los proyectos del Programa Municipal de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano y del Programa de Desarrollo Urbano de Centro de Población si no los armoniza antes con “las instancias rectoras en materia de desarrollo urbano y ambiental tanto estatales como federales, a fin de avanzar en un trabajo integral para beneficio de los pobladores”.
De la declaratoria en trámite de ANP de la Sierra de San Miguelito, Albores le pidió a Lujambio —y por extensión a Nava— para que el Cabildo se abstenga de “realizar procedimientos o modificaciones en el área hasta tener la resolución de dicha declaratoria”.
Azuzado por los fraccionadores y sus abogados, es un hecho que Nava no atenderá el exhorto de Albores de acatar las leyes estatales y federales. El interino Lujambio sigue al pie de la letra las instrucciones: este próximo lunes se convocó a sesión del Cabildo para que se vote ya el dictamen de los planes de desarrollo urbano y reordenamiento territorial con el Centro de Población.
Estos abogados son muy conocidos y cobran una millonada por sus servicios, saben torcer la justicia en detrimento del interés público sin perder prestigio social, se mofaron de la reciente reunión vía remota de Albores con alcaldes y funcionarios federales, las expresiones en contra de la 4T, sus seguidores y los ambientalistas, han trascendido y denotan su talante clasista: “Puros indios con charolita, retrasados, viven en su utopía pendeja”.
Se asegura que ya tienen preparadas las controversias constitucionales que sean necesarias para impedir que la SEMARNAT y la SEDATU anulen los planes aprobados por el Cabildo. Hay que recordar que en el caso de la Sierra de San Miguelito, la crema y nata potosina va por 2068 hectáreas, después por una extensión similar.
OCTAVIO, UNA ROCA EN EL CAMINO
El proyecto político de Nava no ha salido como lo esperaba, no se imaginó a Octavio Pedroza como el contrincante que le ganaría la elección interna panista. Se dice que Claudio X. González ya está buscando acuerdos con el dirigente Marko Cortés, el diputado Xavier Azuara y el mismo Pedroza.
Sea Nava o no candidato a gobernador, gane o no la gubernatura, su tiro contra el gobierno de la 4T desde la alcaldía ya está muy cantado.