Felipe Morales
Se conmemoraron 20 años del fallecimiento de una de las figuras más importantes de la tauromaquia mundial, el potosino Francisco Martín “Curro” Rivera Agüero.
Hijo del “Maestro de San Luis”, Fermín Rivera, desde niño se hizo becerrista, en su juventud un importante novillero que alcanzó la categoría de puntero y como matador desde su inicio tras la toma de alternativa, se catapultó como figura.
Lo convirtió matador el “León” de Tetela, Joselito Huerta como padrino y Jaime Rangel como testigo con el toro “Presidente” en Torreón; apenas tenía 17 años.
Como matador hizo campañas inolvidables en Madrid sumando como ningún torero mexicano, hasta 70 tardes por temporada.
Una de sus hazañas más recordadas fue la doble encerrona en Aguascalientes para celebrar sus corridas mil y mil uno, lidiando en un solo día 14 toros, siete en la tarde, siete en la noche.
Fue innovador de la Fiesta Brava al crear “el cite psicodélico”, el pase doble de pecho sin enmendar y el “circurret”.
Paseó su tauromaquia en un estilo alegre, bullidor y valiente en cosos de Europa, la América Taurina y todas las plazas del país.
Tras retirarse volvió en dos ocasiones a los ruedos, la primera para darle la alternativa a Fermín Spindola y la segunda para hacer una campaña auspiciada por una compañía cervecera.
Después de despedirse en la Plaza México, tuvo una despedida apoteósica en la Plaza El Paseo de San Luis Potosí otorgando la alternativa al también potosino Víctor Santos con el testimonio del “Rey” David Silveti.