Un prototipo de cohete de SpaceX ha explotado al aterrizar tras un vuelo de prueba, según se ha podido ver en las imágenes emitidas por la compañía. La explosión del cohete SN9 es la segunda que sufre la compañía SpaceX, la empresa aeroespacial de Elon Musk, fundador de Tesla. El prototipo anterior, el SN8, explotó el pasado diciembre. “Volvimos a tener un excelente vuelo”, ha explicado un portavoz de SpaceX al comentar el vuelo de prueba, retransmitido en directo. “Solo debemos trabajar un poco en el aterrizaje”, agregó el empleado.
Space X es el principal actor privado en la carrera espacial. Además del éxito de sus unidades de lanzamiento y navegación reutilizables, Space X pretende desarrollar una nueva nave que pueda transportar a personas y mercancía a la Luna y a Marte, con el objetivo de realizar el primer viaje en 2024.
Musk no publicó mensaje alguno en sus redes sociales, algo inusual. La noche del pasado lunes anunció que estaría “fuera de Twitter por un tiempo”.
El SN9, de una altura equiparable a un edificio de 16 plantas, recibió autorización para despegar desde Boca Chica, en Texas, por la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA), que antes había retrasado la autorización tras determinar que el último lanzamiento de SpaceX había violado los términos de su licencia.
El cohete fue lanzado sin contratiempos a las 15.30, hora local (21.30 en la España peninsular) y apagó progresivamente sus motores a medida que alcanzaba una altura de 10 kilómetros. Después ejecutó una serie de maniobras de prueba en posición horizontal. Cuando el cohete intentó regresar a una posición vertical para aterrizar, comenzaron los problemas. En las imágenes se observa que llegó demasiado rápido y en un mal ángulo.
Aterrizó con un estruendo ensordecedor y estalló en llamas a los seis minutos y 26 segundos de despegar. Provocó una gigantesca nube de polvo, aunque el fuego no se extendió.