Javier Padrón
Hace seis años la campaña electoral de Juan Manuel Carreras arrancó en el Parque de Morales a medianoche, fue un acto simbólico, breve y sin tumultos, los asistentes llegaron con ropa deportiva, el espíritu del sexenio; ahora, algunos de los candidatos a gobernador iniciarán sus campañas en el primer minuto de este viernes y bajo las restricciones de la fatídica pandemia.
La candidata de Morena, Mónica Rangel, convocó en la plazoleta de Aránzazu; Ricardo Gallardo del PVEM y PT, en el jardín del barrio de San Miguelito; Juan Carlos Machinena de Fuerza México, muy patriótico, en el asta bandera monumental; José Luis Romero de Redes Sociales Progresistas, ya su feudo familiar, tiene programado desvelarse en su terruño de Salinas.
Otros optaron por un horario más cómodo, Marvelly Costanzo de Movimiento Ciudadano, a las 11 de la mañana frente al Teatro de La Paz; y Octavio Pedroza de la coalición Sí por San Luis Potosí, a las seis de la tarde en el Estadio 20 de Noviembre.
El único candidato ciudadano (y del Opus Dei), Arturo Segoviano, no tiene prisa, se va a esperar hasta el domingo en el Centro de las Artes (¿se vale hacer campaña en un recinto del gobierno estatal?), y sugiere a los asistentes que vayan vestidos de playera blanca y pantalón de mezclilla, burgueses y proletarios uníos.
Adrián Esper del PES, con presencia en la Huasteca, Morena no quiso aprovechar su caudal político para ningún cargo, y Francisco Javier Rico Avalos de Nueva Alianza, no han dicho dónde y cuándo iniciarán sus campañas. Se saben perdidos, no se esforzarán.
Serán muchos pero la competencia se reduce a tres opciones: Pedroza, Gallardo y Rangel. De las encuestas que no se difunden se dice que arrancan empatados los dos primeros y abajo está la exsecretaria de Salud.
HOSPITAL NUEVO CON VIEJOS PROBLEMAS
¿De qué ha servido el amasiato político entre el gobernador Carreras y el Presidente AMLO? ¿Para amarres primorosos? El proceso de federalización del Hospital Central es lento y tortuoso, los dos niveles de gobierno, eficaces en otras tareas, incurren en una grave irresponsabilidad por omisiones, papeleo, que pueden costar vidas humanas.
Por la ejecución de un líder patronal se despliega todo el gabinete federal de seguridad en una reunión extraordinaria en Palacio Nacional para confortar al gobernador Carreras con la promesa de apoyo para aminorar el crimen organizado y el incremento de los homicidios dolosos, y en un tema presupuestal de salud de extrema urgencia solo hay indiferencia, un incomprensible desdén.
La situación de precariedad en la que se encuentra el HC, es peor a la que prevalecía antes de la construcción del flamante edificio con el que Carreras pretende ser recordado, por una obra federal. La institución está colapsada, son palabras de los médicos y enfermeras que participaron en la protesta y bloqueo vial de la glorieta González Bocanegra este jueves, anunciados con antelación para dar margen a un acuerdo, no hubo interés del gobierno estatal, si el propósito es evidenciar a la populista e ineficiente cuatroté, el que termina exhibido es el gobernador Carreras por no hacer nada para dar una solución provisional, ni eso. Cuando quieren hacen malabares con los recursos públicos, un pago expedito a un proveedor influyente o fantasmal, en este caso no, valemadrismo.
El pliego del personal médico nada tiene que ver con asuntos políticos: no hay recursos e insumos básicos para la prestación del servicio médico, ni jeringas; faltan medicamentos y equipo médico, que se jodan los enfermos de cáncer y renales; hay trabajadores que no han sido vacunados contra el COVID-19, ni la primera dosis han recibido; respeto a los derechos laborales de la plantilla médica, las jubilaciones están sujetas a criterios discrecionales y se genera incertidumbre.
Demandan estabilidad contractual y bases para los médicos; la firma de un contrato colectivo de trabajo que regule, mejore y se cumplan las prestaciones laborales, que se dignifiquen las condiciones de trabajo, los derechos y representación sindical; y puntualidad en los pagos de cuotas patronales IMSS e INFONAVIT.
La enlutada cúpula del sector privado no mueve un dedo para tratar de ayudar, una campaña apremiante entre la sociedad de recolección de fondos para la compra de los insumos que más falta hacen, mientras la dorada burocracia, muy ocupada, se digna a liberar los recursos. El superdelegado Gabino Morales anda en campaña.
La clase política, con la cartera abultada para las campañas, los clubes sociales y el alto clero, o “El Mijis”, el diputado alivianado con las causas justas, no son solidarios con los de abajo, los pacientes del HC en su mayoría son personas de escasos recursos, el grueso de los votantes.