Felipe Morales
Hoy 22 de marzo se festeja en todo el país el Día de la Escaramuza; actividad en la cual un grupo de ocho mujeres desde edades infantiles hasta adultas, y a caballo, realizan ejercicios a manera de coreografía.
La Escaramuza Charra se presenta en eventos y competencias, en ocasiones sólo como exhibición, pero desde luego en competencias en torneos y campeonatos.
Su presencia y sus actuaciones son sometidas a escrupuloso y por demás riguroso control; la escaramucera, es decir, la integrante de un grupo debe vestir de charra o adelita con implementos y accesorios apegados a lo artesanal; montan a caballo “a mujeriegas” es decir “de lado” y su silla o montura se denomina “albarda”.
Realizan ejercicios plenos de espectacularidad y riesgo, pasando muy cerca sus cabalgaduras entre sí a gran velocidad; el reglamento establece la obligatoriedad de ejecutar doce ejercicios en una rutina, dichas evoluciones se llaman conceptos: escaleras, coladeras, cruces, giros, flores, combinados y abanicos; este último es el característico de la escaramuza y se denomina “el recogedor de aplausos”.
El ballet ecuestre, la coreografía a caballo, como se le conoce, forma parte importante de la estructura de la charrería federada de México, existe una coordinadora nacional y en cada estado del país una coordinadora que depende de la Unión de Asociaciones Estatal.
La primera escaramuza en México establecida en 1950 se llamó “las Coronelas”; en San Luis Potosí, fue conformada por damas de la Asociación Potosina de Charros. Actualmente existen conjuntos como Nobleza Charra, Las Coronelas, Nuevo Emporio, Valentinas de Rioverde, Coronelas de Rioverde, Villa de Oxitipa, Santa Anna, Real de Mezquital, La Fortaleza, El Refugio, Marqués de Guadalupe, entre otras.