Javier Padrón
Todo parece indicar que el trabajo de investigación de la Fiscalía General del Estado en la ejecución del líder de la COPARMEX, Julio César Galindo, con la rápida detención de cuatro presuntos responsables, fue un fiasco.
El propósito de lo que sería solo un golpe mediático, fue contener a como diera lugar las presiones de la cúpula empresarial y la crisis carrerista que se veía venir, no se permitiría el horror de perder la máscara en el último tramo del sexenio.
El despacho jarocho Ordóñez, Ordóñez y Téllez aseguró que “es un proceso plagado de falsedades, dolo, abuso de autoridad y tortura”, la detención de los cuatro sujetos fue en Ciudad Valles a unas horas del crimen ocurrido en la capital potosina, a bordo de una camioneta beige —un color distinto a la utilizada para cometer el crimen, la versión oficial dice que era negra, elemento endeble en el que parece estar fincada la investigación de los sabuesos de Federico Garza—, por los supuestos delitos de amenazas y contra la salud.
Y fue hasta el 9 de marzo cuando un juez de control diferente, los vinculó aquí a proceso como presuntos responsables del homicidio del exitoso vendedor de autos, con una presencia mediática relevante por el cargo que ocupaba y su inocultable aversión al Presidente AMLO, el de las políticas de combatir la corrupción de cuello blanco y subsidiar a los pobres en lugar de enseñarles a pescar.
Con las campañas en curso, a los empresarios se les olvidó su indignación y reclamo de justicia, ya nadie exigió saber el móvil de la ejecución de Julio César, se conformaron con ver a los presuntos sicarios tras las rejas. Los abogados de estos, en cuatro cuartillas dirigidas a la opinión pública, dan santo y seña de lo que consideran las irregularidades cometidas, y les promueven a Rudy, Abel, Ramiro y Nicolás, el amparo de la justicia federal.
Este caso, que sacudió al estado y al país a la víspera de las campañas a la gubernatura, no parece que tendrá una resolución creíble. De nada sirvió que viniera el dirigente nacional de la COPARMEX a dar una conferencia en Citadella (cuna de la Alianza Federalista y de la muerte de la CONAGO), la marcha silenciosa de empresarios y políticos de Tequis a la Catedral del arzobispo Juan Carlos Cabrero. La potosinidad, en su sentido original de elitista y rancio, se manifestó por el alevoso asesinato de uno de los suyos.
El gobernador Carreras se puso muy nervioso, al igual que sus asesores de los que depende en extremo, se sintió en el foco de la atención nacional por la inseguridad en la que se encuentra la entidad por su dejadez, palpable desde el inicio de su mandato cuando aceptó sin chistar de secretario de Seguridad a un militar tamaulipeco (¡Gulp!), y raya en la complicidad por tanta omisión deliberada, las múltiples ejecuciones diarias confirman la presencia de una decena de organizaciones del crimen organizado operando como Juan por su casa, mientras siga llegando inversión foránea no es un problema grave.
Luego vino el devastador reportaje del noticiero estelar de Televisa, el de Denise Maerker, sobre el intocable cártel de los ministeriales (doble ¡Gulp!): Carreras se tomó un té de tila. Es un tema tabú para la prensa tradicional y sus paladines que no se quieren salpicar por los intereses de sus patrones; en las redes sociales circulan otras realidades, otros datos.
¿LOS MACABEOS CON MÓNICA?
No es para tanto, eso fue lo que me dijeron y con razón, el apoyo de Juan Ramiro Robledo a la doctora Mónica Rangel hay que verlo con desconfianza, se les da bien la traición. Se señaló a Lucy Lastras, de regreso en el Registro Civil tras su participación testimonial en el proceso interno de Morena, como la que filtró las confesiones inocentes de la exsecretaria de Salud, y que publicó, una interesada parte, el columnista Juan José Rodríguez en el Pulso de los Valladares (a los que les están echando en cara ahora los privilegios de su cercanía con Peña Nieto); los macabeos no pueden sobrevivir fuera del erario, meten a la nómina a la esposa, a los hijos, nueras, a las amistades, al perico. No se miden, representan el viejo régimen.
El arribo triunfante de Alejandro Leal, tiene una pluri en la bolsa, el exsecretario estrella de Carreras, al equipo de campaña de Octavio Pedroza como “enlace político” de la coalición conservadora, lo confirma, apoyan también a la candidata de la 4T. Son tiempos de confusión y voto cruzado, ellos nunca pierden.
OBITUARIO
Falleció Lamberto González Ruiz, fue un abogado potosino, egresado de la UASLP, hizo su carrera en la CDMX, trabajó en el poder judicial federal y luego se dedicó a la defensa de los derechos humanos y de los activistas políticos, de los radicales transgresores, a los que nadie quiere representar.