Javier Padrón
El sexenio de Juan Manuel Carreras expira este domingo, los cuatro meses que le restan serán para terminar de barrer su desastre.
El manejo de la deuda pública y los créditos que tiene que pagar a la brevedad, el fracaso de la Red Metro, la presa La Maroma, la compra de los terrenos de la Ford, las compras bajo sospecha de corrupción de la Secretaría de Salud, son algunos de los temas del séptimo año que tendrá que enfrentar, más otros casos que broten.
Sobre todo si su relevo no es ninguna de las dos apuestas que hizo y si la mayoría del próximo Congreso del Estado le resulta adversa.
Desde ahora la diputada Beatriz Benavente se despojó de su priismo y actúa como si fuera de Morena o hiciera equipo con el verde ecologista Edgardo Hernández, todo le rebota al gobernador Carreras, las ternas para el Tribunal de Justicia Administrativa y el Poder Judicial, la renegociación de la deuda, la venta de los terrenos de la Ford para tapar el quebranto financiero.
El principal error de Carreras fue convertirse en rehén de los grupos de poder fácticos que lo llevaron al poder, uno de ellos representado por Alejandro Leal Tobías que estuvo a punto de cumplir los seis años en el cargo como si fuera muy eficiente y renunció para sumarse a la campaña de Octavio Pedroza, y va en primer lugar de la lista de diputados plurinominales del PRI que le correspondía a una mujer.
En estos días se ha dedicado a bloquear cualquier apoyo gubernamental a la candidata de Morena, Mónica Rangel, eso dicen fuentes palaciegas. Los votos amarrados para el proyecto de la exsecretaria de Salud se van a canalizar hacia Pedroza por razones de Estado.
DANIEL PEDROZA EN VEREMOS
La sugerencia, que fue una orden, vino de Palacio de Gobierno. El cambio de secretario general será hasta después de las elecciones, en unas tres semanas. Marco Antonio Aranda le dejará la silla a Daniel Pedroza, el secretario de Finanzas, si su hermano gana la gubernatura como lo prevén el gobernador Carreras y el rector Alejandro Zermeño.
Pero si la elección la gana Ricardo Gallardo, Aranda se quedaría donde está por obvias razones, serviría de puente entre la UASLP y la gallardía, a la que ya sirvió con esmero en el ayuntamiento de Gallardo padre. El desencuentro posterior por la presunta falsificación de firmas del abogado, quedó en el olvido.
Daniel Pedroza ya había hecho maletas para irse antes de las elecciones, dos son las cartas que maneja Carreras para sustituirlo: Manuel Algara Cossío, director de Planeación y Presupuesto; y Sergio Raymundo Torres, director de Egresos.
Algara fue funcionario en el cuatrienio horacista y fue destituido por un airado reclamo de Primo Dothé, entonces líder navista en la Huasteca, que manchó la honorabilidad del economista por no entregar unos apoyos a la masa indígena necesitada.
El doctor Zermeño se preparó muy bien para ganar la rectoría, no para mandar en la UASLP, eso explica tantos cambios que ha hecho en su equipo en los primeros meses de su gestión.
Desde antes de llegar al Edificio Central le quiso quitar a Carreras al fiscal Federico Garza para ponerlo en la secretaría general y se desató un forcejeo. Garza sí se quería ir ya, cuando su mandato trascenderá este sexenio.