Javier Padrón
El arquitecto Fernando Torre Silva, director del Instituto Municipal de Planeación, será recordado como el funcionario municipal que borró de un plumazo las declaratorias de Área Natural de Protección de la Cuenca Hidrológica y Área Natural de Protección al Patrimonio Paisajístico y de Recarga, para poner en bandeja de plata las 2068 hectáreas (ahora 1805) de la Sierra de San Miguelito a los fraccionadores del proyecto inmobiliario Las Cañadas.
Ambas declaratorias fueron incorporadas al Plan de Centro de Población Estratégico San Luis Potosí-Soledad de Graciano Sánchez, publicado el 21 agosto del 2003, cuando Marcelo de los Santos, apoyado por los fraccionadores, ya había ganado la elección de la gubernatura y contra su voluntad, había quedado de alcalde interino José Homero González que terminó cediendo a la presión marcelista.
Cabe recordar que uno de los compromisos de Marcelo con sus patrocinadores era lograr el cambio de uso de suelo de la inmobiliaria Desarrollo del Pedregal en el ejido Garita de Jalisco, donde se asienta hoy el Club de Golf La Loma. Ahora De los Santos, a través de su hijo del mismo nombre, está entre los inversionistas en Las Cañadas.
Volviendo a las dos áreas naturales protegidas del Plan de 2003 (localizadas en el plano F-14), fueron extinguidas sin mediar mayor explicación en la sesión extraordinaria de Cabildo del 5 de marzo pasado. En un juicio de amparo interpuesto por los Guardianes de la Sierra, Torre Silva respondió que el plano “no contiene ‘coordenadas que lo delimiten de manera precisa’ ni se señalan las mismas en el Plan de Centro de Población Estratégico…”.
Los Guardianes de la Sierra aseguran que Torre Silva miente y se coludió con el titular de la Seduvop, Leopoldo Stevens Amaro, que emitió con los ojos cerrados el dictamen de congruencia con la legislación estatal, y los funcionarios de la Semarnat que se pusieron al servicio de los fraccionadores, engañando al Presidente AMLO de que todo estaba dentro de la legalidad.
La desaparición de las declaratorias de Área Natural de Protección de la Cuenca Hidrológica y Área Natural de Protección al Patrimonio Paisajístico y de Recarga, por decisión de Torre Silva y manipulando la información para que el Cabildo lo aprobara sin mediar un estudio técnico, lo que podría constituir un conjunto de delitos ambientales y tendría que responder junto con el alcalde Nava y los regidores que votaron a favor, cuando ya hayan dejado el poder.
El proceder de Torre Silva puede reforzar la negativa presidencial al proyecto de Las Cañadas, además de que es risible el ofrecimiento de los fraccionadores de construir obras de infraestructura para impedir inundaciones con más cemento, porque se deja al municipio sin una importante zona de recarga del acuífero, justo cuando la ciudad está padeciendo el desabasto de agua.
OAXACA EN LA PLAZA DE ARMAS
Por acuerdos políticos del alcalde Nava con líderes de ambulantes, esta semana se volvieron a instalar comerciantes oaxaqueños en la Plaza de Armas y en el costado norte de Palacio de Gobierno, la banqueta está bloqueada, no hay libre tránsito y no solo se venden artesanías, hay variedad de productos.
Los dirigentes de la Canaco y Nuestro Centro no se atreven a cuestionar a Nava como sí lo hicieron y por cosas menos graves a Mario García, Victoria Labastida y Ricardo Gallardo Juárez.
Juan Branca y Amparo Rosillo están muy lejos de defender a sus representados que pagan sus cuotas y el interés público, no hay congruencia en sus dichos de que el Centro Histórico debe mantenerse en orden, limpio y seguro, y cumplirse el reglamento de actividades en la vía pública. Se hacen de la vista gorda.
Los que sí alzan la voz de manera reiterada, han sido la empresaria Alejandrina Cedillo, por algo le impidieron llegar a la presidencia de Nuestro Centro; y José Luis Chalita, de Vive tu Centro. Ambos aclaran que no están en contra del comercio ambulante, lo apoyan siempre que esté dentro del reglamento.