Supuestos integrantes del crimen organizado secuestraron a la empleada de una rosticería en Apaseo el Grande, Guanajuato, a punta de pistola, con total impunidad y a plena luz del día.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 19:20 horas de este 18 de agosto en la comunidad el Castillo, en el negocio conocido como “Rosticería León”.
De acuerdo con reportes locales, los sujetos llevaban consigo una especie de cartulina utilizada por células delictivas para intimidar a locatarios para obligarlos a pagar extorsiones.
Un video de seguridad registró el momento en que dos hombres con pantalón de mezclilla, sudaderas negras y encapuchados, ingresaron al local empuñando dos armas cortas para amagar a la víctima, así como a un hombre que no pudo impedir el secuestro.
En las imágenes se aprecia que uno de los agresores intenta someter a la mujer, quien se encontraba detrás del mostrador. Sin embargo, ella forcejea y pelea para no ser plagiada. El secuestrador la jala y poco a poco va sacándola.
Mientras tanto, el segundo pistolero observa que en la habitación contigua hay un testigo que se protege con una silla blanca de plástico, entonces comienza a apuntarle e, incluso, se aprecia que realiza disparos al piso para asustarlo. En sus manos sostiene una hoja.
Todavía en la banqueta, junto al vehículo en que arribaron los secuestradores, la mujer sigue peleando y se resiste a ingresar. Pero entre los dos presuntos miembros del crimen organizado la empujan al interior. Uno de ellos va con ella en la parte trasero y el otro conduce. El suceso ocurre en aproximadamente 90 segundos.
Al ser consultada por este medio, las autoridades de Guanajuato no ofrecieron ningún reporte. Aunque algunas versiones indicaron que las corporaciones de seguridad están en búsqueda de la camioneta Dodge Journey con placas de circulación del estado, utilizada para la privación ilegal de la libertad.
Apaseo el Grande, donde ocurrieron los hechos de este miércoles reciente, es territorio en disputa entre remanentes del Cártel Santa Rosa de Lima y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
La crisis de inseguridad que azota a la entidad ha hecho de ésta la más violenta del país, pues en medio año de 2021 acumuló 1,800 asesinatos.
Apenas el 13 de agosto pasado, sicarios ejecutaron a una mujer embarazada y a un hombre en inmediaciones de Villagrán y abandonaron los cuerpos con huellas de violencia, desnudos y con impactos de arma de fuego.
De acuerdo con reportes locales, los cadáveres fueron localizados durante la madrugada y correspondían a dos pobladores que previamente habían sido privados de la libertad. Versiones preliminares indicaron que se trataría de una pareja.
Supuestamente, la mujer presentaba entre cinco y siete meses de embarazo. Los restos estaban bocabajo en la localidad de Tierras negras, a la altura del tramo que va de Villagrán a Juventino Rosas.
Vecinos del lugar quedaron aterrorizados al ver el grado de violencia contra una embarazada asesinada, el cuerpo sin ropa y golpeado por doquier. Ellos dieron aviso a los servicios de emergencia.
Agentes ministeriales acudieron hasta el lugar, procesaron la escena y localizaron sangre fresca, así como casquillos percutidos.
Unos día antes, el lunes 9 de agosto un comando armado asesinó a tres personas durante el Torneo de Futbol mi Barrio en la comunidad de Santa Ana del Conde, y entre los ejecutados se encontró Erick Vega, vocalista y líder de Banda La Sencillita.
Según informes de medios locales, eran las 18:30 horas cuando se disputaba la final del torneo en el municipio de Silao y comenzaron a escucharse las detonaciones, provenientes de tres personas que se habían bajado de un automóvil.
En el video difundido por uno de los asistentes del partido se muestra cómo el sonido provocó instantáneamente pánico, por lo que la gente intentó advertir a los otros y protegerse de las balas.
Aunque al principio las detonaciones llamaron la atención del público en tribuna, quienes no comprendían de qué provenía el sonido, la mayoría de los jugadores reaccionó rápidamente, corriendo del lado contrario del estacionamiento, desde donde estaba ocurriendo el ataque, otros decidieron tirarse al suelo sin importar en qué punto del campo se encontraban.
Desde las gradas, las familias gritaban no sabiendo cómo reaccionar, presenciando la balacera sin poder moverse de sus lugares debido a que se aglomeraron todos en un mismo lugar. Erick Vega, un panadero y otro hombre que no ha sido identificado, no pudieron huir del ataque ya que fueron balaceados a quemaropa.
Durante las últimas horas del sábado 7 de agosto, las calles de Irapuato se vieron envueltas en el terror cuando supuestos sicarios realizaron una masacre, pues dispararon contra un domicilio y ejecutaron a ocho personas.
Alrededor de dos semanas antes, el 26 de julio, fue asesinada una pareja y su hijo de dos años cuando circulaban a bordo de una motocicleta en el barrio de San Miguel, en Celaya.
Con información de: Infobae