Estados Unidos abandonó a su suerte en el aeropuerto de Kabul a decenas de perros de trabajo que colaboraron con el ejército durante la guerra en Afganistán.
La organización benéfica American Humane denunció la ‘sentencia de muerte’ para los perros que ahora se enfrentan a la ‘tortura’ a manos de los talibanes, que tomaron el control del país.
American Humane solicitó al Congreso estadunidense que rescate a los perros entrenados que realizaron una amplia gama de funciones y ayudaron a las fuerzas militares.
Estoy devastado por los informes de que el gobierno estadunidense se está retirando de Kabul y dejando atrás valientes perros de trabajo contratados por militares estadunidenses para ser torturados y asesinados a manos de nuestros enemigos (los talibanes)”, dijo Robin R. Ganzert, director de la organización, en un comunicado.
La noticia de los animales abandonados llega cuando los talibanes celebraron la retirada total de las fuerzas estadunidenses y occidentales de Afganistán después de casi 20 años de ocupación en el país.
Estos perros valientes hacen el mismo trabajo peligroso y salva vidas que nuestros perros de trabajo militares, y merecen un destino mucho mejor que aquel al que han sido condenados”, agregó Ganzert.
American Humane ha trabajado con el ejército de Estados Unidos durante más de un siglo para rescatar animales militares varados, habiendo trabajado anteriormente en la Primera Guerra Mundial.
Los perros de trabajo contratados normalmente son propiedad de contratistas privados para trabajar junto con perros militares que son propiedad del Departamento de Defensa, a menudo desempeñando funciones similares.
Aeronaves destruidas
Tras la retirada de las tropas estadunidenses, diversos medios de comunicación exhibieron aeronaves y equipo militar abandonados en el aeropuerto de Kabul.
En el interior del complejo, había decenas de aviones y helicópteros que Estados Unidos había dado al ejército regular afgano, vacíos, después de que las fuerza estadunidenses los destruyeran antes de irse.
Unas 73 aeronaves fueron ‘desmilitarizadas’, es decir quedaron fuera de servicio, según el jefe del comando central del ejército estadunidense, el general Kenneth McKenzie.
Se rompieron los cristales de sus cabinas y se reventaron sus neumáticos.
Unos 70 vehículos blindados MRAP resistentes a las minas antipersonas, de un costo de un millón de dólares cada uno, y 27 vehículos Humvee también fueron inhabilitados al final de la operación de evacuaciones.
El ejército estadunidense también destruyó su sistema de defensa antimisiles C-RAM que detuvo el lunes cinco cohetes disparados por el grupo Estado Islámico contra el aeropuerto.
Con información de: Excelsior