La violencia familiar atenta contra la integridad física, psicológica y/o sexual para provocar un daño a la víctima. Tiene como objetivo controlar a la persona afectada, además de poner en riesgo la seguridad y el bienestar de la víctima, incluso puede terminar en situaciones fatales.
Quienes agreden, abusan de su poder, así como de la vulnerabilidad de la víctima, dañando no solo de forma física, si no también de manera mental, debilitando además la confianza y autoestima del afectado. Por ello, la Policía Estatal dio a conocer a través de un comunicado los pasos a seguir en caso de conocer alguna situación de esta clase.
Los policías estatales de la Unidad de Género refuerzan las estrategias con la ciudadanía, mediante pláticas informativas de concientización y sensibilización sobre el tema. Además continúan con la coordinación interinstitucional con las diferentes asociaciones civiles e instancias de apoyo para salvaguardar la integridad de la población que sufre este tipo de delitos.
Ante una situación de violencia de género o abuso, es vital contactar inmediatamente a los elementos de seguridad, resguardarse en un lugar seguro, de ser posible con familiares y/o personas de confianza, además de tener a la mano documentos personales, así como los de las hijas e hijos, (en caso de haber).
A través de la Línea Emergencia 911, los elementos de seguridad canalizarán el apoyo a la Unidad de Género correspondiente, para que acuda en apoyo al hecho y puedan movilizar a la víctima a un espacio seguro. La Secretaría de Seguridad Pública, pone además a disposición el número 089 Denuncia Anónima, para reportar como testigo cualquier hecho.