Marcela Loyola
La Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), por acuerdo del Consejo Directivo Universitario (CDU), entregó el título de Doctor Honoris Causa a Enrique Luis Graue Wiechers, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), esto como parte de los festejos rumbo al centenario de autonomía de la Máxima Casa de Estudios Potosina.
En sesión extraordinaria del CDU, el rector de la UASLP, Alejandro Zermeño Guerra, hizo entrega de este título al académico y médico oftalmólogo mexicano, el cual desde el 17 de noviembre del 2015, es el rector de la UNAM designado para el periodo 2015-2019 y reelegido por la Junta de Gobierno de esa institución el 8 de noviembre de 2019 para el periodo 2019-2023.
En el área de investigación, Enrique Graue fortaleció su desarrollo a través de la renovación de las unidades mixtas de servicio e investigación y docencia, además de desarrollar dos unidades más: la de Estudios Sociomédicos y Económicos y la Clínica de Atención Preventiva del Viajero (Terminal 2 del AICM). En noviembre de 2015 tenía 119 artículos publicados en revistas científicas arbitradas.
El rector de la UNAM señaló que esta honrado son esta distinción de concederle el Doctorado Honoris Causa de la UASLP, pues en últimos lustros, ha tenido la oportunidad de relacionarse y compartir con sus directivos y académicos inquietudes, proyectos y aspiraciones que me han permitido consolidar amistades duraderas.
Abundó que recibe este Honoris Causa en enero del 2022, a casi dos años de haberse decretado la emergencia sanitaria por SARS-CoV-2, “lo recibo tras muchos meses de adaptación a la realidad impuesta y cuando parece que vemos la conclusión de esta pesadilla, que se llevó —directa o indirectamente— la vida de alrededor de medio millón de mexicanas o mexicanos”.
“Las universidades públicas: sabemos que estamos inmersos en una época de cambios educativos y sociales a los que debemos responder con prontitud y certeza. Coincidimos en la importancia de ampliar la matrícula de educación superior, a sabiendas de que sin que esto no puede ni debe, mermar la calidad educativa”, aseveró.
El rector de la UNAM reconoció que hay deseo de las comunidades académicas por regresar, pero se debe hacer con seguridad y prudencia, “todo ello nos une e identifica y enfrentaremos estos retos con la fortaleza de nuestras comunidades y con la autonomía que nos define y caracteriza”.
Además, defendió la autonomía, “decidir con libertad e independencia no es una idea nueva o una postura opositora; de hecho, tiene sus raíces en las universidades europeas en el siglo XIX. Surgió entonces como una necesidad de cambiar estructuras y de crear nuevos saberes, que sin influencia del Estado o grupos externos, formaran ciudadanos libres y críticos, detonaran la creación de riqueza y fortalecieran las incipientes nacionalidades”.
“Las universidades públicas y autónomas se han transformado constantemente, por efecto del tiempo, frente a sí mismas y frente a la sociedad en la que están arraigadas. Gracias a esta capacidad de adaptación, de replantearse y reformularse, la universidad pública persiste como un actor fundamental en el andamiaje político, económico, social y cultural de las distintas naciones y regiones”, dijo.
Enrique Graue aseveró que “en nuestras casas de estudio la autonomía no solo se trata de autodeterminación y autogestión, se trata de un ejercicio de libertad, de compromiso social con los tiempos que viven, de generar conocimientos y formar profesionistas y ciudadanos informados, que transformen a la sociedad”.
“Porque es la sociedad la que se beneficia de la autonomía al permitir que, ajena a intereses externos, la universidad eduque para transformar; investigue para modificar la realidad y disperse los conocimientos para desarrollar al país y a su entorno social”, concluyó.