Marcela Loyola
Padres de familia tomaran acciones legales contra la delegación estatal del IMSS, debido a que en la clínica número uno, ubicada en la capital potosina sobre Zapata, se extravió el cuerpo de su hija que supuestamente nació muerta el pasado 17 de febrero.
Los padres Kennia Alejandra García Tiscareño y Gerardo Tristán, denunciaron que solicitaron el cuerpo de la bebé para darle cristiana sepultura, pero no apareció.
En redes sociales, relataron su trágica historia que comenzó el pasado jueves 17 de febrero a las 6 de la tarde, cuando llegaron al IMSS al presentar molestias la madre, la cual ingresó a triage para valoración, pues ya estaba labor de parto.
Se le informó que el bebé traía complicaciones porque era prematuro, ya que se encontraba en la semana 22 de gestación. Al padre, Gerardo Tristán lo hicieron firmar una responsiva para que ella entrará a cesárea.
Fue pasando el tiempo y no le entregaron reporte del estado de salud de su esposa e hija a pesar de que a las 8 de la noche se hace un corte informativo para todos los que están esperando información de los pacientes. Al día siguiente, tampoco le dieron ninguna respuesta sobre el estado de salud de su esposa e hija. Además, que el personal de la institución se mostró déspota cuándo insistía en contar con información.
Al pasar casi las 24 horas sin información, tanto el esposo como la mama de Kenia, decidieron acudir a interponer una queja por la falta de información y maltrato del personal, e insistían en conocer la salud de su esposa e hija, encontrándose con la peor noticia de su vida, la bebe murió, el diagnóstico muerte fetal.
La familia que vive en el fraccionamiento El Aguaje de esta capital potosina, menciona que cuando solicitó el cuerpecito de la bebé para proceder con el funeral, lo llevaron a los congeladores de la institución donde le mostraron el cuerpo de un bebé en una cobija color blanca, sin embargo, refieren que no era su hija porque cuándo muere la cobijaron en una de color azul y le pusieron una medallita. También reporta que comenzaron a mostrarle más cuerpos y fetos.
La madre menciona que prácticamente tuvo a su hija sola, porque la dejaron en un pasillo, junto con otras mujeres que estaban por aliviarse. A ella ahí ya le habían dicho que por las condiciones que llevaba su hija podría morir.
“Solamente se acercaban y me decían que cómo iba que pujara, lo que hice fue pujar y salió mi bebé y nadie estaba ahí y les empecé a gritar que mi hija ya había nacido. Me llevan al área de expulsión y llevo a mi hija agarrada y veo que le cortan el cordón umbilical. En ese momento les dije que yo quería ver a mi hija, me dijeron que no y después alguien me dejó verla, yo traía una tarjetita de la Virgen de Guadalupe, cuando la tengo veo que ya abre su boca y respiró 2 veces, me pusieron una inyección y me la quitan, vi que estaba en una mesita, me comenzaron a dar efectos la inyección, pero yo vi que ella se movió un poco y les dije a ellos que ella tenía frío. Ya no supe nada, me dormí y cuando desperté ya estaba en el área de recuperación”, relató.
El padre de la menor menciona que cuando ingresó a los refrigeradores y no localizan a su hija comienza a cuestionar sobre la ubicación de la menor, “yo preguntó dónde está mi hija y una mujer muy déspota me dijo la están buscando. Cuando yo les digo que voy a proceder, se para el director y cambió su actitud”.
Gerardo Tristán afirma que nunca le han dicho dónde está su hija, una versión es que una funeraria se la llevó para enterrarla en una fosa común, pero el IMSS no sabe el paradero, “queremos que paguen las personas que fueron responsables de esto. Tenemos la incógnita de que a lo mejor está viva y a lo mejor lo quieren para tráfico de órganos o que lo hayan tirado a la basura, no sabemos si se lo llevó otra persona, si está en otro lugar”, dijo y afirmó que procederán hasta las últimas consecuencias.