Julio Scherer Ibarra, exconsejero jurídico de la Presidencia acusa a la exsecretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero y al fiscal general Alejandro Gertz Manero de ser cómplices en el afán por “manchar su nombre” al difundir información sobre sus actividades y de hechos falsos.
En un testimonio escrito publicado este sábado por la revista Proceso, Scherer Ibarra afirma que existe una confabulación entre Sánchez Cordero y Gertz Manero para perseguirlo mediante un modus operandi “extorsivo” que se repite en los casos Juan Collado, Cruz Azul, Viaducto Bicentenario, Gómez Mont y Álvarez Puga.
Scherer Ibarra acusa a Sánchez Cordero y a Gertz Manero de estar detrás de la información que lo relaciona con una supuesta extorsión al abogado Juan Collado.
“La verdadera extorsión fue de Sánchez Cordero y del fiscal Gertz al hacer pensar a Collado que lo ayudarían a cambio de mentir por venganzas personales absurdas”.
En su escrito, el exfuncionario asegura que este tipo de “persecución política” ya la vivió durante el gobierno de Vicente Fox y fue a partir de esa experiencia que decidió luchar por “una fiscalía independiente que no ampare venganzas ni intereses personales al margen de la justicia”.
Scherer Ibarra asegura que las diferencias con Sánchez Cordero comenzaron desde el inicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en 2018. Detalla que la ministra en retiro emprendió, desde entonces, una investigación sobre su persona y su actividades profesionales a raíz de de que se vio acotada en sus actividades como secretaria de Gobernación.
De acuerdo con el exfuncionario, una vez que AMLO decidió que el asunto prioritario en la Secretaría de Gobernación sería el esclarecimiento del caso Ayotzinapa y “por decisión suya se limitaron las atribuciones en materia de seguridad en esa dependencia” la responsabilidad en los asuntos de seguridad descansó en el entonces secretario de Seguridad Alfonso Durazo.
Sumado a ellos, explica que la interlocución con la fiscalía y el Poder Judicial recayó esencialmente en su calidad de consejero jurídico de la Presidencia.
Scherer asegura que Sánchez Cordero trató de desacreditarlo a través de su relación con con despachos como el de Rivera Gaxiola, Kalloi, Fernández, Del Castillo, Quevedo, Lagos y Machuca, así como el bufete Araujo, González, Peimbert, Robledo y Carrancá Abogados, entre algunos otros.
“Pretendió infamarme al insinuar que hice de la cercanía y el servicio al gobierno un muy redituable e ilegítimo modo de vida”.
Sobre Alejandro Gertz Manero, el exconsejero jurídico de la Presidencia recuerda que él lo apoyó para que ocupara la Fiscalía General de la República y que al principio del Gobierno creyó en su probidad y capacidad como abogado, pues estaba convencido de que correspondería al proceso de transformación que promete el presidente López Obrador.
Sin embargo, a raíz del reportaje “La casa secreta de Gertz Manero” publicado por la revista Proceso a finales de septiembre de 2021 por la la reportera Neldy San Martín, Gertz Manero lo acusó de haber facilitado información para la elaboración del texto
“No fue capaz de entender que existe el periodismo independiente y que nada tuve que ver con el trabajo editorial de un medio de comunicación en el que sólo intervienen sus periodistas”.
Narra que también lo acusó haber filtrado a la prensa un supuesto borrador sobre las reformas al sistema de justicia cuando, asegura, que fue el mismo equipo del fiscal el que subió a sus redes sociales dicho trascendido.
Desde entonces, aseguró, “explotó el rencor” y no ha habido vuelta atrás.
Scherer asegura que Gertz Manero también le reprochó el negarse a cumplirle “un favor”: impedir que su cuñada Laura Morán y su hija, Alejandra Cuevas Morán, obtuvieran un amparo por la acusación del homicidio de su hermano Federico Gertz Manero, de lo que él las acusa”.
En su testimonio señala a Gertz Manero de hacer uso de la Fiscalía como “si fuera su despacho privado y tiene a Juan Ramos López, su subprocurador”, al sobreponer asuntos personales por encima de las cuestiones emblemáticas del gobierno, como el combate a la corrupción y la persecución a la delincuencia organizada.
Sobre el caso Juan Collado
Julio Scherer Ibarra asegura que detrás de las acusaciones en su contra respecto a una supuesta extorsión al abogado Juan Collado, “están los intereses de Olga Sánchez Cordero y de Alejandro Gertz Manero, cómplices en el afán por manchar mi nombre“.
“La verdadera extorsión fue de Sánchez Cordero y del fiscal Gertz al hacer pensar a Collado que lo ayudarían a cambio de mentir por venganzas personales absurdas”.
Asegura que Sánchez Cordero y Gertz Manero aprovecharon la desesperación de Juan Collado para perseguirlo e inventar una falsa extorsión. Julio Scherer afirma que su única participación en el caso de Juan Collado fue recibir y escuchar a sus hijos, Mar y Juan Ramón Collado Dot, “siempre a petición suya y siempre remitiéndolos a la fiscalía”.
Detalla que fue el propio AMLO quien le informó que Antonio Collado, a través de Sánchez Cordero, ofrecía el 25% de los recursos que su hermano Juan tenía congelados en Andorra (90 millones de euros) para entregarlos al Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep) como parte de un acuerdo reparatorio. Sin embargo, el mandatario lo rechazó.
Julio Scherer explica que fue entonces que Sánchez Cordero intermedió con una nueva propuesta: poner a su disposición la trama completa de los llamados “videoescándalos” con los que personajes cercanos a Collado intentaron desprestigiarlo en la época en que fue jefe de gobierno de la Ciudad de México.
Pero, al ser consultado por el presidente, le comentó que no debería aceptarlo.
De acuerdo con Julio Scherer Ibarra, el caso Gómez Mont – Álvarez Puga y el caso Cruz Azul tienen un factor en común: el intento de Gertz Manero por acusarlo en una supuesta trama de extorsión a esas personas.
Asegura que así como en el caso Collado, familiares de Inés Gómez Mont también buscaron un criterio de oportunidad para terminar con la persecución en su contra. Sin embargo, por instrucción del fiscal, el subprocurador Juan Ramos se reunió con Felipe Gómez Mont y le ofreció un criterio de oportunidad a cambio de implicarlo en la supuesta extorsión.
Mientras que en el caso Cruz Azul, fue Ángel Junquera Fernández quien recibió la propuesta de sellar un criterio de oportunidad a cambio de denunciar a los abogados Barradas y García, asociados a Scherer.
Junquera Fernández es hijo de Ángel Martín Junquera, quien desfalcó a la Cooperativa Cruz Azul por mil 600 millones de pesos junto a Guillermo Álvarez Cuevas.
En su escrito, Julio Scherer Ibarra también acusa al abogado Paulo Díez Gargari de ” litigar sus asuntos particulares en medios de comunicación” y de tratar de involucrarlo en una concesión concerniente al Viaducto Bicentenario.
“Lo que Díez Gargari no suele comentar es que son sus propios intereses económicos lo que defiende detrás de sus infundadas denuncias”.
Scherer Ibarra asegura que es “tiempo de hablar” y reafirma su lealtad con López Obrador. Además, reitera que Olga Sánchez Cordero y Alejandro Gertz Manero deshonran el juramento de guardar y hacer guardar la Constitución en cada uno de sus excesos.
“La traición habita en ellos”, asegura.
Con información de Aristegui Noticias