Marcela Loyola
El Arzobispo emérito de San Luis Potosí, Jesús Carlos Cabrero Romero, agradeció el cariño que recibió durante su gestión, y dijo que espera continuar colaborando en la Arquidiócesis en alguna parroquia o dando clases en el seminario, ya que durante los dos años que van de la pandemia por el Covid-19 fallecieron 19 sacerdotes y actualmente hay un déficit.
Indicó que durante 10 años sirvió a en la Arquidiócesis, enfrento grandes retos como fue el caso del escándalo por pederastia del ex padre Eduardo Córdova, el cual sigue prófugo y desconocen su paradero, así como el del sacerdote Guillermo Gil Torres acusado de abusar de un niño y del sacerdote Noé Trujillo, acusado de estupro en agravio de una menor de 15 años, los dos últimos casos del municipio de Soledad de Graciano Sánchez.
Añadió que pese a estos casos difíciles, recibió el apoyo de todos los sacerdotes de la Diócesis para poder salir adelante, por lo que vive agradecido con el respaldo y el trabajo que realizaron para poder seguir llevando la palabra de Dios a los potosinos.
Cabrero Romero lamentó que durante los dos años que van de pandemia fallecieran 19 sacerdotes, situación que los dejo en un déficit de religiosos, puesto que hay muy pocos jóvenes que han recibido el llamado a unirse a esta vocación.
“En dos años de pandemia, 19 sacerdotes murieron y eso a uno le duele. Y yo también estuve enfermo y gracias Dios nos trató con bondad, no nos escapamos pero espero no recaer. Vamos a entregar una iglesia en movimiento, no en desaliento, en desaliento puede ser porque se ve tanta gente, tantas personas que hay en San Luis Potosí, en la capital arriba de un millón, por eso les pide a los padres de familia que nos ayuden a promover las vocación sacerdotal”, aseveró.