Ley de Movilidad
La iniciativa de la Ley de Movilidad en el Estado de San Luis Potosí se encuentra en un punto exacto para abrir el debate, enriquecer la propuesta y corregir los errores u omisiones. Se trata en este momento, de sumar todas las perspectivas que permitan a los tomadores de decisiones, escuchar a todas las voces, porque al final de cuentas, todos nos movemos.
Ya en si misma, la iniciativa de los legisladores que la promueven, podría ser una muestra de voluntad y sensibilidad política, pero al mismo tiempo, podría resultar un arma de doble filo si resulta que ni se discute, ni se enriquece, ni se corrige y que solo fue una burda copia de la ley federal.
Nos movemos todos
Movilidad significa en su definición más simple, el conjunto de desplazamientos, de personas y mercancías, que se producen en un entorno físico. Miles de potosinos padecemos las consecuencias de años de abandono, apatía, negligencia e irresponsabilidad de los últimos gobiernos municipales y estales, que ni planearon ni corrigieron el crecimiento desordenado de la capital potosina.
Largas horas se pierden en las interminables filas de vehículos de las horas pico, ya sea a bordo del camión urbano o de un auto propio. Los peatones a menudo son olvidados e ignorados.
Según algunas estadísticas, apenas el 30 por ciento de los potosinos se mueven en automóvil particular, es decir, esta no puede ser una ley que solo se base en facilitar la movilidad de los que tienen la fortuna de poseer un vehículo.
Ya sea a pie, en bicicleta, motocicleta, pero sobre todo en transporte público, miles de potosinos nos trasladamos con diversos propósitos y en diferentes circunstancias , tiempos, condiciones, presupuestos, etc.
Los expertos advierten que cuando menos, esta ley debe ser segura, incluyente, accesible y asequible. Se debe pensar en el frágil bolsillo de la clase trabajadora, de los estudiantes, esas familias que tienen en el camión urbano su única opción de movilidad.
Pero también están los taxis, cuya compleja problemática esta presente todos los días para usuarios, dueños, choferes y gobierno… y qué decir de las nuevas opciones de taxis de plataformas digitales.
Tema aparte es la movilidad de mercancías , entre las calles y en carreteras. Será indispensable revisar las opciones del traslado del pasado, del presente y del futuro, recuperar las experiencias exitosas de ciudades que han encontrado alternativas honestas, transparentes e incluyentes.
Sin duda la parte mas sensible será la seguridad que se ofrezca en el sentido mas amplio, de manera que garantice que a los estudiantes no los van a despojar de sus celulares o dispositivos en el camión urbano, que las mujeres no se sentirán acosadas o amenazadas al usar cualquier alternativa de transporte público , que las personas con discapacidad encontrarán los elementos indispensables para usar sin complicaciones esos vehículo. Es un buen momento para que como ciudadanos estemos vigilantes y participemos en las discusiones que se llevarán a cabo los diputados locales.
Por: Lidia Juache